El fraude electoral del 6D fue un grave error que Maduro está pagando caro.
Por Ramón Muchacho
Ese error -como muchos otros que ha cometido Maduro- es de los que en tenis se llamaría un “error forzado”. Son errores que Maduro comete, en buena medida, porque tiene enfrente a una oposición que lo fustiga y le mete presión, obligándolo a errar.
Me explico: si Maduro no tuviera enfrente a una oposición lista para participar en elecciones democráticas y derrotarlo (como pasó por última vez en las parlamentarias de 2016), él podría tranquilamente hacer elecciones democráticas sabiendo que las va a ganar por “forfait”, y no tendría estos problemas que hoy tiene con Europa, por ejemplo.
Pero, como la oposición es capaz de derrotarlo en cualquier elección democrática, Maduro se ve obligado a hacer trampas: inhabilita a sus contrincantes o los manda a la cárcel o al exilio, confisca los partidos políticos y se roba sus tarjetas, designa a militantes de su partido como rectores electorales, amenaza a quienes no voten por él, impide la observación internacional, y un muy largo etcétera. Tan evidente, masiva y descarada es la trampa que no deja margen para que los gobiernos democráticos del mundo le puedan dar siquiera el beneficio de la duda.
Así es que hoy quiero hacer un reconocimiento a nuestra vapuleada y criticada oposición que, sin estar libre de errores y desaciertos, es capaz de oponerse con valentía a Maduro; de exigir condiciones electorales; de participar si las elecciones son democráticas y ganarlas; y, muy importante, también es capaz de retirarse y no participar si las elecciones no son libres, evitando convalidar el fraude electoral de Maduro y dejándolo en evidencia frente al mundo, como acaba de ocurrir.
Las sanciones contra el régimen son, en buena medida, resultado del trabajo de la oposición frente a Maduro, y de cara a la comunidad internacional. Trabajo en equipo de la oposición dentro y fuera de Venezuela, para despecho de algunos que quieren verla dividida. El que tenga ojos que vea. Y al que le pique bueno, ya sabe…