En esta hora tan menguada de la patria, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) se dirige a los compañeros que viven de su trabajo y a todos los venezolanos de buena voluntad.
Comenzamos por rendir un homenaje y un reconocimiento al compañero VÍCTOR MORENO, presidente de FETRABOLÍVAR, quien falleciera el pasado viernes 19 por contagio de coronavirus. Víctor fue un demócrata incansable en defensa de los trabajadores, llegando a alcanzar la presidencia de uno de los sindicatos más emblemáticos del país (SUTISS) y dirigiendo en los últimos años la filial de la CTV en el estado Bolívar. Su memoria nos guía para continuar en este camino de lucha constante por la “conquista de un mundo mejor para los trabajadores”.
La difícil situación de los trabajadores venezolanos ha llegado a extremos nunca vistos en nuestro país. La administración de Maduro ha destruido los derechos laborales que la Constitución, las leyes nacionales y los convenios internacionales estipulan para garantizar salario vital decente y seguridad social para nuestro entorno familiar, y para que el tiempo de trabajo nos permita unas utilidades y unas prestaciones correspondientes con una vida digna. Solo hambruna y ruina es la retribución de nuestro esfuerzo en el trabajo, en medio de la mayor desregulación y flexibilización de las condiciones laborales.
Además de la injerencia y el sojuzgamiento del sindicalismo autónomo por parte de los órganos del Estado, se criminaliza, se reprime, se castiga y se encarcela a la dirigencia sindical por exigir el cumplimiento de acuerdos y convenios colectivos. La lista de agresiones es larga: encarcelamiento y exilio de Carlos Ortega, presidente de CTV; injusta e ilegal prisión por más de 8 años del trabajador de Ferrominera Rodney Álvarez; enjuiciamiento por tribunales militares del presidente del sindicato de Ferrominera, Rubén González (hoy en régimen de presentación); enjuiciamiento de Eudis Girot, directivo sindical de FUTPV, por evidenciar públicamente el estado de deterioro de la industria petrolera; los injustos juicios al profesor Robert Franco y a los trabajadores petroleros Bartolo Guerra y Guillermo Zárraga… para señalar solo los casos más resaltantes de ataques gubernamentales contra el sindicalismo.
Sin embargo, las mayores agresiones de la actual administración han sido contra todos los empleados públicos, contra los educadores, contra los trabajadores de la salud y de las empresas básicas y otras empresas estatales, pues hacia ellos se dirigió toda una política que hizo desaparecer el salario y eliminó de un plumazo el derecho a discutir contrato o convenio colectivo. Últimamente se ha levantado una rebelión de las bases obreras de Guayana y de los trabajadores petroleros, y Maduro ha respondido con una supuesta “firma” de un contrato petrolero a espaldas de los trabajadores y ha desatado su furia represiva contra los luchadores guayaneses, reprimiéndolos y llegando al colmo de suspender el salario a cuatro sidoristas que han encabezado esas protestas: José Saracual (38 años de servicio), César Soto (26 años en Sidor), Carlos Ramírez (35 años laborando) y Cruz Hernández (32 años de labor), este último enfermo por contagio de coronavirus. No solo muestran una actitud y una práctica antiobreras, sino que llegan a lo inhumano, al no respetar siquiera el derecho a la vida, negándoles la posibilidad de adquirir los alimentos mínimos y las medicinas para sobrevivir.
Desde la CTV hacemos un llamado a los trabajadores de todos los rincones del país a solidarizarnos con estos compañeros de Guayana que están sufriendo los rigores de un régimen que se ensaña contra quienes levantan su voz y su protesta. No podemos seguir permitiendo esas acciones y políticas que degradan al trabajador y lo convierten en un miserable pordiosero, y que afectan desde los profesores y profesionales universitarios, hasta quienes cumplen labores menores en los ministerios, pasando por el grueso de educadores, empleados públicos, enfermeros, médicos, paramédicos, etcétera.
La única respuesta ante esta grave situación es convocar a una verdadera UNIDAD de todos quienes dependemos de un salario, un sueldo, una pensión o una jubilación. Debemos pasar por encima de las diferencias que nos han hecho debilitar nuestra justa lucha y la conquista de reales reivindicaciones. Pasemos por encima de siglas, partidos o tendencias, para encontrarnos en un mismo frente de pelea y plantarnos firmes antes tamañas agresiones gubernamentales. Ya basta que nos dividan entre chavistas y escuálidos, entre patriotas y apátridas, entre azules y rojos. La unidad es como clase que históricamente ha sido clave en el progreso de las naciones y en la solución de los obstáculos que oscurecen y niegan un futuro de bienestar, de felicidad, libertad y democracia.
Hoy 23 de febrero diversas y variadas organizaciones sindicales estamos llamando a un Encuentro Unitario de Trabajadores por Venezuela que pueda enfrentar todas las agresiones provenientes del patrón-Estado, exigiendo la libertad de todos los luchadores sociales y sindicales, de todos los presos políticos y de conciencia, por lograr un salario mínimo vital y una seguridad social integral, y el respeto a la contratación colectiva y la libertad sindical.
Es la hora de la UNIDAD y de la SOLIDARIDAD para conquistar un salario digno y vital como lo plantea el artículo 91 de la Constitución, una seguridad social integral y el respeto a nuestras contrataciones colectivas. Todos somos necesarios y debemos juntar estas justas reivindicaciones con la lucha por restituir el respeto del orden democrático y constitucional, tanto en lo referido a los derechos sociales y económicos, como los atinentes a los derechos civiles y políticos.
Mientras continúen esas políticas y acciones segregadoras, represivas y violatorias de nuestros derechos —muy bien expresadas en los informes de la Comisión de Encuesta de la OIT y de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU—, es imposible entablar un diálogo con la actual administración, pues ni siquiera se reconoce la legítima representación de las organizaciones sindicales y de los verdaderos luchadores sociales. Cualquier espacio para tratar los graves problemas de los trabajadores debe darse con la intermediación de representantes de la OIT, como garantes de que no vuelva a repetirse las tretas o maniobras engañosas a que nos tiene acostumbrados el actual régimen gubernamental.
Convocamos a todos nuestros afiliados y a los trabajadores en general a levantarnos todos juntos en la exigencia de un cambio que signifique una realización efectiva de nuestros derechos laborales y una vuelta al ordenamiento constitucional que nos caracteriza como República soberana e independiente.
Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV)