El dólar trepó la barrera de 400 mil bolívares (un salario mínimo) este martes 21; el valor de la cesta alimentaria sigue escalando fuerte, atrás del dólar; el índice inflacionario, mes a mes, supera 200 % y la pobreza absorbe cada día a más hogares venezolanos.
En uno de sus últimos reportes, la Red Global Contra las Crisis Alimentarias especificaba que poco más de 9 millones de venezolanos, equivalentes a 32 % de la población, necesitan asistencia alimentaria y otros 2,3 millones están en estado de inseguridad alimentaria severa. Igualmente, recordó que la Unicef, en 2019, dijo que 6,3 % de los menores venezolanos de cinco años padece cuadros de desnutrición aguda.
Asegura en su documento que la dramática situación de Venezuela es la cuarta peor crisis alimentaria del mundo, después de las que padecieron Yemen, República Democrática del Congo y Afganistán, territorios que, en su momento, sufrían un conflicto armado.
No es para menos. A punto de concluir septiembre 2020, Venezuela muestra uno de los procesos inflacionarios más largos de la historia universal.
El período hiperinflacionario en Nicaragua duró cinco años, y en Grecia, más de cuatro. El que vivimos en Venezuela comenzó en noviembre de 2017, con la diferencia de que no solamente es largo, sino que ha tenido mayores índices y, por tanto, de más profundo impacto en la población, dado que “también estamos en el séptimo año de recesión económica, ha desaparecido en tres cuartos el PIB, y hay un proceso de dolarización espontáneo”, según opinan expertos en un portal informativo nacional.
El dólar imparable, rompiendo marcas
Apenas el 17 de agosto, el dólar llegó a 300 mil bolívares. Desde entonces, en solo un mes, subió 33 %. Y los economistas esperan que el dólar siga volando, en especial entre octubre y diciembre, cuando se presente mayor presión debido a una mayor ejecución del gasto público, como es tradicional.
La influencia del dólar en los costos de los alimentos seguirá afectando la canasta básica, con otro ingrediente que se agrega, como es la escasez de combustible, que encarece el transporte, con cargo al bolsillo del consumidor.
El tipo de cambio en Venezuela se cotizó el jueves 17 de septiembre, en números redondos, en 380 mil bolívares por dólar en el mercado paralelo. Para el viernes subió a más de 384 mil y el martes llegó a poco más de 401 mil bolívares.
Haciendo memoria, el precio del dólar para el 31 de marzo, cierre del primer semestre, era 85 mil 700 bolívares. Para el 30 de abril, el valor de la divisa se había disparado hasta 174 mil bolívares, más de cien por ciento de aumento, y el 30 de junio, cierre del segundo semestre, la divisa marcó 212 mil bolívares, con lo cual registró un incremento de 250 % en ese lapso.
Ahora, a una semana de cierre del tercer semestre, el dólar está creciendo sobre los 400 mil, como dijimos antes, lo que, hasta este martes, refleja un aumento porcentual superior a 188 %.
La canasta mínima con precios máximos
Casi 80 % de los venezolanos no tienen cómo cubrir la canasta básica de alimentos, según los datos del mes de agosto. La intensidad de la pobreza sigue creciendo, y los expertos dicen que 96 % de los hogares están en situación de pobreza y 79 % en pobreza extrema, consecuencia de que sus ingresos son insuficientes para comprar la canasta alimentaria.
Todos los rubros de la canasta alimentaria, que es donde el ciudadano común siente con mayor dolor el impacto del golpe inflacionario, aumentan de precio constantemente, de acuerdo con los documentos que mes a mes publica el Cendas (Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores), entidad dependiente de la Federación Venezolana de Maestros.
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Salsas y mayonesa; raíces, tubérculos y otros, granos, frutas y hortalizas, cereales y productos derivados; grasas y aceites, café, pescados y mariscos, carnes y sus preparados, azúcar y sal; leche, quesos y huevos, que son los componentes básicos de la canasta, ninguno escapa a la influencia de la hiperinflación.
Y esta se refleja cada vez más en el distanciamiento que toma el presupuesto familiar mínimo, de la capacidad que el ingreso en cada hogar tiene para satisfacerlo.
Según el Cendas, la Canasta Mínima Alimentaria costó en julio casi 7 millones de bolívares, o $ 25,86, un aumento de 1 millón 626 mil, o 30,8 %, con respecto a junio. El salario solo cubrió 5,8 %, o sea, con 17,2 salarios de 400 mil Bs, se podía adquirir la canasta alimentaria mínima, constituida por 15 productos básicos.
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Para agosto, último mes evaluado, la Canasta Alimentaria Familiar superó los $270, con un salario integral mensual mínimo de 2,13 dólares, lo cual muestra que se requieren casi 230 salarios para adquirirla, o sea, poco más de 3 millones, 7,65 salarios mínimos, o 9 dólares diarios, cuando el salario mínimo es de 1,17 dólares al mes.
Y el salario mínimo sigue palideciendo
Los analistas opinan que, de continuar el incremento del costo de la canasta alimentaria familiar, CAF, -que tiene 50 componentes-, lo cual ha sido suficientemente perceptible en las facturas de mercado, al cerrar septiembre podría superar los 100 millones, lo cual coloca la necesidad de ingreso familiar sobre los 300 dólares/mes.
El salario mínimo integral en Venezuela equivale a 2,13 dólares mensuales, al cambio registrado este 21 de septiembre.