EL CERCO (¿o circo?) COMUNISTA: El que le montaron Maduro y el canciller Arreaza a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos contó con la participación del nieto menor de Salvador Allende, Pablo Sepúlveda Allende, que alguna vez fue novio de María Gabriela Chávez. Pasó desapercibido cuando la recibió en la Casa Amarilla al lado de la exministra de Salud de Chávez, María Lourdes Urbaneja, quien detentó el cargo al mismo tiempo que Bachelet era ministra de Salud del presidente Ricardo Lagos. Ambas se conocieron en ese entonces y luego Chávez la mandó de embajadora en Chile para afianzar la relación. Arreaza la mandó a traer desde la embajada en México para que “ayudara a lavarle el cerebro a Michelle pues el organismo a su cargo había presentado dos duros informes contra el gobierno de Maduro y debemos alertarla y darle a conocer nuestros grandes logros en los derechos humanos. Tu relación con ella y la de Pablo nos servirá para que tenga otra visión más directa y personal”. Fue así como Pablo pasó desapercibido como relata el diario digital chileno “ellibero.cl”. Voy a utilizar con el debido respeto y dando crédito a su autoría a este prestigioso portal de investigación chileno en los textos que a continuación intercalo en la columna.

El médico, formado en Cuba y abierto simpatizante del chavismo, cuenta a El Líbero que en la ocasión le entregó una carta a la ex Mandataria con su visión sobre las razones de la crisis en ese país. Otra de las presentes fue María Lourdes Urbaneja, ex embajadora de Venezuela en Chile, quien conoce a Bachelet desde 2001 cuando ambas se desempeñaban como ministras de Salud, una de Chávez y la otra de Lagos.

¿QUIEN ES EL NIETO?

El ”nieto favorito” de la robolución venezolana Pablo Sepúlveda Allende es médico, el menor de los nietos de Salvador Allende, y uno de los tres hijos de Carmen Paz Allende Bussi -quien siempre ha mantenido un bajo perfil frente a los medios- y Héctor Sepúlveda. “Vivo en Venezuela hace 10 años, y en la carta (que le entregó el miércoles a Bachelet) le solicitó que en su informe mencione el bloqueo económico que está sufriendo Venezuela y que es en gran parte responsable de la crisis, le explicó con cifras y datos la situación». El mismo lo detalló a El Líbero: En abril de 2018 asumí como coordinador internacional de la “Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad”. En la entrevista relata que asistió a la Cancillería venezolana para entregarle una carta, de tres páginas, a la Alta Comisionada con su punto de vista sobre la situación de Venezuela, en donde le cuenta cómo era el país en el que vivió antes en comparación con el de ahora. «Vivo en Venezuela hace 10 años, y en la carta le solicitó que en su informe mencione el bloqueo económico que está sufriendo Venezuela y que es en gran parte responsable de la crisis, le explicó con cifras y datos la situación». (El nieto llegó con Chávez en 2009 y al ser novio de su hija por supuesto que vivió mejor que hoy con Maduro).

“Ahora tuvimos una conversación acerca de cosas generales, sobre las elecciones en Bolivia, en Argentina, en Uruguay y de cómo veía ella a Chile ahora», relata a El Líbero. Antes del viaje de la ex Mandataria, el nieto de Allende solicitó al gobierno de Maduro, en nombre de la Red en Defensa en la Humanidad, reunirse con Bachelet o enviarle una carta. Sin embargo, cuenta que no obtuvo respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela hasta el final. Es por eso que no había preparado nada y elaboró el oficio a título personal.

«Me sorprendió un poco que pudiera ir a su recepción». Como coordinador de la organización, el médico ha enviado varias misivas a la Alta Comisionada. La primera, cuando ella recién había asumido el cargo en septiembre de 2018. “Nos sorprende profundamente que Usted, como primera medida al asumir su nuevo cargo como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, ataque al gobierno de Venezuela por la falta de alimentos y medicamentos, y lo responsabilice por el aumento de la emigración, hechos que a todas luces son promovidos por la guerra económica de EE.UU.”, señala el comunicado firmado en Suecia. Los firmantes le recuerdan a la Alta Comisionada que sus declaraciones sobre Venezuela ocurren en un contexto de “ataques” al país petrolero por la política estadounidense. Allí le insisten en que esta campaña mediática lo que busca es preparar a la opinión pública para una intervención militar en Venezuela. En febrero de 2019, nuevamente aparece como firmante de una carta dirigida a Bachelet, que comienza expresando la preocupación por el “bloqueo económico” de EE.UU. contra Venezuela: “Es por todas y todos sabido que la excusa y justificación para el nefasto golpe de estado que derrocó al presidente Salvador Allende, de triste memoria para Ud. y todo el pueblo chileno, sin duda alguna, fue la crisis económica -en aquella época no se hablaba de ‘crisis humanitaria’- concebida, organizada y financiada desde la Casa Blanca, como lo demostrara fehacientemente el propio Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos en un célebre informe. Hoy, en Venezuela, se vive una situación que, aunque difícil y compleja, está muy alejada del calificativo ‘crisis humanitaria’, como se la ha querido calificar y que, como confesara el ex embajador Brownfield, también ha sido provocada intencionalmente desde Estados Unidos”, argumentan también en nombre de la Red de Intelectuales y Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad. De hecho, Sepúlveda Allende se muestra como un firme defensor del régimen venezolano, iniciado por Hugo Chávez y continuado por Maduro. Tiene un mensaje fijado en su perfil de Twitter desde el 2 de febrero: “Demócratas y humanistas, gente de bien del mundo entero, sean de izquierdas o de derechas -aunque en la derecha es una contradicción- de lo que se trata aquí no es si nos gusta o no el gobierno de Nicolás Maduro. Se trata es de respetar el Derecho Internacional y la Paz”, y lo complementa con lo siguiente: “En estos momentos, cualquier posición intermedia o ambigua al respecto, es favorable al golpe de estado en curso y a la anunciada intervención militar”.

Su simpatía con el régimen de Maduro quedó demostrada en otro mensaje emitido en esa red social, en respuesta al titular de una entrevista hecha a Ricardo Lagos sobre Venezuela. El ex Presidente dice: «En este momento, lo que correspondería sería decirle a las FF.AA. que están para defender la Constitución que existe», a lo que el nieto de Allende contesta: “Sr. @RicardoLagos, es precisamente eso lo que hace la FANB en #Venezuela, defender la Constitución, ignorando los llamados GOLPISTAS como el que usted hace hoy”.

MEDIO

EL EX POLOLO: Sí, de una de las hijas de Chávez. El término significa “persona que mantiene con otra una relación amorosa que no alcanza, en nivel de compromiso, a la del noviazgo. Su simpatía no es reciente, en 2015 se vio envuelto en una polémica familiar al dirigir una dura carta contra su tía, la senadora Isabel Allende, entonces presidenta del Partido Socialista (PS), quien cuestionaba la detención del dirigente opositor venezolano Leopoldo López y lo describía como un preso de conciencia. Tildó a su tía de reduccionista, desinformada y doble estándar. Para Sepúlveda Allende, el presidio de López (actualmente huésped de la embajada de España en Caracas, tras ser liberado por Juan Guaidó de su arresto domiciliario en la jornada del 30 de abril), está plenamente justificado. El médico argumenta que “La Salida”, acción de protesta convocada por López, “condujo a una fuerte ola de violencia callejera de tendencia fascista que duró varios meses y que costó la vida de 43 seres humanos además de millonarias pérdidas materiales”.

No obstante, el propio fiscal que llevó el caso de López denunció, desde el exilio, que el juicio al opositor se trató de “una farsa”, en el que estuvo sometido a “inmensas presiones y presentado “pruebas falsas”. El nieto de Allende, nacido en México cuando sus padres estaban en el exilio, también ha participado en encuentros del Foro de Sao Paulo. Por ejemplo, en el que hubo en La Habana, del 15 al 17 de julio de 2018, al que también asistieron, entre otras personalidades, los ex ministros de Michelle Bachelet, Claudia Pascual y Víctor Osorio, y representantes del Partido Comunista y el Frente Amplio.

Muchas páginas se escribieron en 2009 sobre el romance de Pablo Sepúlveda Allende y María Gabriela Chávez Colmenares, hija del fallecido Presidente de Venezuela Hugo Chávez. Al momento del romance María Gabriela Chávez cumplía funciones de Primera Dama en Venezuela. La relación se hizo pública en abril de 2009, cuando llevaban tres meses de pololeo. “Ella lo vino a buscar a Chile en diciembre y el joven médico dejó su trabajo en Coquimbo para mudarse a Caracas”, reseñaban los diarios hace una década. Se conocieron en Caracas en un acto por el centenario del natalicio de Salvador Allende, y fue el propio Hugo Chávez quien lo presentó ante los medios de comunicación, durante su programa dominical “Aló, Presidente”. «¡Pablo!, médico chileno, compañero de María y nieto de Salvador Allende», así lo presentó el ex Mandatario mientras recorría un centro de producción de medicamentos en Caracas. Sepúlveda Allende se mudó a Caracas y comenzó a trabajar en un consultorio bautizado con el nombre de su abuelo. Un año después ya se informaba que la relación había terminado y que había sido convocado -junto a una veintena de médicos chilenos que estudiaron en la Escuela Latinoamericana de La Habana– a incorporarse a la Misión de Salud de Cuba en Haití. La política chilena tampoco le es ajena. Ha sido un firme crítico del Partido Socialista del cual ha dicho que “no defiende los intereses del pueblo”.

“Se dedicaron a gobernar un modelo económico con la misma Constitución que dejó Pinochet, estando incluso Lagos o la misma Bachelet, sin cuestionarlo realmente. Han abandonado los ideales originales antiimperialistas, anticapitalistas de la construcción de una sociedad mejor, llámese socialista o lo que sea. Muchas personas del Partido Socialista incluso se han hecho amigos de otros que fueron pro dictadura”, señaló en entrevista para The Clinic publicada el 18 de febrero de 2016. En junio de 2017 se anunció que formaba parte del comando de campaña de Alberto Mayol, quien entonces era uno de los precandidatos presidenciales del Frente Amplio. Y en septiembre de ese mismo año se informó que se sumaba al comando del senador Alejandro Navarro, quien también aspiraba a la Presidencia.

En hechos más recientes sumó apoyos a su prima Maya Fernández, en su carrera por la presidencia del Partido Socialista, quien se enfrentó a la lista de Álvaro Elizalde, en la que se encontraba su tía la senadora Isabel Allende.

LA EMBAJADORA AMIGA: También de “El Líbero”: La otra conocida de Bachelet que la recibió en la Casa Amarilla fue María Lourdes Urbaneja, con quien se abrazó afectuosamente al verla. Urbaneja fue designada como Embajadora de Venezuela en Chile en octubre de 2006, en medio de un impasse diplomático, luego de que el anterior representante, Víctor Delgado, hiciera críticas a la Democracia Cristiana y emitiera comentarios sobre la contingencia política interna chilena.

Venezuela estaba en campaña para ser incorporada como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y Delgado dijo que no le extrañaría que la DC se opusiera al apoyo de Chile en esto, pues el partido ya había sido contrario «al proyecto socialista, progresista y renovador del Presidente Allende y se opone al mismo proyecto del presidente Chávez». Antes de desempeñarse como embajadora, Urbaneja fue Ministra de Salud de Hugo Chávez, en los mismos años en que Bachelet ocupó esa cartera durante el gobierno de Ricardo Lagos. Urbaneja es médico cirujano graduada en 1967 en la Universidad de los Andes, en Mérida (occidente), y se desempeñó como ministra de Salud y Desarrollo Social entre marzo de 2001 y septiembre de 2003. Posee experiencia en diseño y planificación de políticas públicas de salud y se integró a la diplomacia en 2004, representando a Venezuela en el Mercosur y Uruguay. Fue fundadora del MIR en Venezuela, vivió junto a su esposo y dos hijos en Chile entre 1972 y 1973, atraída por el proceso encabezado por Salvador Allende. Tras el golpe, fue expulsada junto a unos 160 venezolanos, detalla el diario “La Tercera” en su edición del 6 de octubre de 2006. Antes de abandonar el país, estudió un posgrado en neurología en la Universidad de Chile.

«Era imposible estar en Chile y no participar del proceso. Yo, que nací y me crié en la militancia, llegué en febrero de 1972 para vivir y palpar un proyecto de profundos cambios, que contaba con una amplia movilización social», cita el diario.

Su llegada como jefa de la delegación diplomática ocurrió en enero de 2007, pero en principio mantuvo un bajo perfil, pues no fue hasta marzo de ese año que recibió sus credenciales diplomáticas. No obstante, a su llegada tuvo encuentros “no oficiales” con el senador Alejandro Navarro.

El bajo perfil le duró poco, pues en junio de ese mismo año la Cámara de Diputados hizo una petición para aclarar las “supuestas actividades proselitistas del gobierno de Hugo Chávez en Chile”, las cuales estarían a cargo de la delegación diplomática venezolana. Esto después de que Urbaneja realizara “constantes giras” por todas las regiones del país. “Lo preocupante es que estas visitas se han realizado con el apoyo de parlamentarios socialistas -una referencia al senador Navarro- que, con su diplomacia paralela, también están haciendo un tremendo daño a Chile en el extranjero», dijo en la ocasión el diputado UDI Iván Moreira. La denuncia del legislador señalaba que la embajadora había recorrido el país ofreciendo dinero y ayuda de Caracas a sectores mapuches, pescadores y pequeños empresarios, a cambio de exponer los principios de la revolución bolivariana de Chávez. Urbaneja desestimó las críticas alegando que «el quehacer de la representación de la República Bolivariana de Venezuela en Chile es el quehacer rutinario, diplomático de los embajadores». Dejó Chile en agosto de 2012, al ser designada por Chávez, para desempeñar labores diplomáticas en Ecuador. Fin de las citas. No es de extrañar el uso comprometido con los dineros de Venezuela a grupos de la izquierda global como se ha visto en estos 20 años. Mucho más en el período de Chávez bajo la bonanza petrolera. En estos años de Maduro lo que se ha mantenido es la corrupción compartida con regímenes como los de Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Surinam y El Salvador.

En Runrun.es presentamos el trabajo hecho durante cinco años y en 11 países por los catedráticos estadounidenses Douglas Farah y Caitlyn Yates de IBI Consultants para la National Defense University. Nos da luces sobre la complejidad del tejido criminal montado durante los gobiernos de Chávez y Maduro en estos 20 años de “revolución bolivariana”. Un extracto de su introducción: La “Empresa Criminal Conjunta Bolivariana” se ha mantenido. Chávez consolidó sistemáticamente el poder en la rama ejecutiva de su gobierno. A su vez, transformó a PDVSA, la compañía petrolera nacional venezolana, en una empresa regional multimillonaria que opera en concierto con líderes políticos simpatizantes, élites económicas y organizaciones criminales. Mientras Chávez dirigió el proyecto, fue ayudado por el liderazgo político en Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Surinam y El Salvador. En los últimos 20 años, esta red criminal creció para abarcar varias docenas de personas y cientos de empresas de fachada. Nicolás Maduro heredó luego este régimen criminal en 2013 después de la muerte de Chávez. Veinte años después del inicio del proyecto político, la red abarca todo el mundo, desde El Salvador a los Estados Unidos, desde Rusia a Hong Kong, y a través de varios paraísos financieros en el medio. Sin embargo, incluso después de que Estados Unidos sancionó a cientos de personas y entidades por cargos como el narcotráfico y el lavado de dinero, Maduro continúa sirviendo como el líder, de facto, de Venezuela”.

 

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