Caracas.- Este martes, se cumplieron 17 años de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. A las 8:46 de la mañana de esa fecha un primer avión se estrelló contra una de las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, dejando al menos 3 mil víctimas.
Además de los dos aviones que impactaron contra las Torres Gemelas, una tercera aeronave se estrelló a las afueras de Washington contra una de las fachadas del Pentágono, sede de la Defensa estadounidense, lo que provocó la muerte a 125 personas dentro del edificio y a las 64 que iban a bordo. También aquel 11 de septiembre una cuarta aeronave cayó en Shanksville, en Pensilvania, después de que los pasajeros forcejearan con los terroristas para intentar retomar el control del avión.
Pronto, las imágenes de los atentados terroristas dieron la vuelta al mundo. En el caso de Nueva York, la destrucción del World Trade Center a afectó a 6,5 hectáreas de terreno. Durante semanas los equipos de rescate se emplearon a fondo en la búsqueda de los restos de las víctimas y de posibles supervivientes. En el peor ataque sufrido por Estados Unidos en su historia, el fuego que humeaba en la denominada “zona cero” tardó casi 100 días en extinguirse.
Diecisiete años después, los restos humanos de más de 1.100 víctimas aún aguardan identificación. Pero en un laboratorio de Manhattan, un equipo prosigue incansablemente la tarea, con la ayuda de los últimos avances tecnológicos.
Los cerca de 22 mil fragmentos humanos hallados en el sitio desde los atentados fueron ya testeados, algunos de ellos entre 10 y 15 veces. Pero unos mil resisten todavía la identificación. Hasta ahora, mil 642 de las 2 mil 753 personas muertas en los ataques de Nueva York fueron formalmente identificadas, y mil 111 permanecen desaparecidas.
A veces el laboratorio pasa años sin lograr identificar un fragmento. Pero los investigadores forenses se niega a darse por vencidos. “Nuestro compromiso es el mismo hoy que en 2001”, asegura Desire. No quiere hablar de la inversión que requiere el programa, pero se trata del laboratorio con los mejores recursos y presupuesto de Norteamérica.
VÍA EL COOPERANTE.