En la tarima presidencial estaba el grupo pequeño que dirige el país: un general leal que también es ministro del Interior, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia y el presidente Nicolás Maduro, frente a un desfile de guardias nacionales. Así lo reseña nytimes.com
Por Ana Vanessa Herrero y Nicholas Casey
Ataviado para la ceremonia con la banda presidencial tricolor, Maduro estaba por terminar su discurso sobre un tema muy presente en la vida de todos los venezolanos: la economía devastada, que ha dejado a buena parte de la población desesperada por encontrar comida, a los hospitales sin medicinas o equipamiento, y ha llevado a cientos de miles a emigrar.
El presidente intentaba sonar optimista sobre los cambios que vendrían.
“Ha llegado la hora de la recuperación económica…”, dijo Maduro. Y luego sonó un estallido.
Un general se agachó. La primera dama, Cilia Flores, se echó para atrás sorprendida y se agarró del brazo del juez que estaba a su lado. Los oficiales corrieron a la tarima para cubrir a Maduro con escudos.
Todos miraron hacia arriba con temor.
Aparentemente, Maduro estaba siendo atacado; el gobierno ha calificado el hecho como un intento de asesinato, que sería el primero contra un jefe de Estado en el que se utilizan drones.
La escena de caos fue la muestra más clara del desorden que vive Venezuela desde el año pasado, cuando protestas en contra del gobierno fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad y dejaron más de cien muertos y alrededor de tres mil arrestos. Desde entonces, y con la reeleción de Maduro en mayo en una elección cuestionada, la oposición no había hecho mucho ruido.
Este domingo, el ministro del Interior, Néstor Reverol, dijo que “seis terroristas y sicarios” estaban detenidos y que dos de ellos tienen antecedentes.
La ceremonia estaba siendo transmitida en vivo y siguió corriendo para mostrar a las tropas; en la filmación se ve de cerca a uno de los integrantes de la Guardia Nacional cuando se escucha el estallido, a eso de las 17:41 horas.
Luego hubo otra explosión y cientos de los guardias formados para el desfile abandonaron al presidente y corrieron a buscar refugio.
Vía La Patilla.