La policía expulsó de una de sus sedes carcelarias a decenas de madres que preguntaban por sus hijos arrestados o desaparecidos durante manifestaciones.
Una protesta multitudinaria se inició en Nicaragua contra Daniel Ortega, pese al llamado que el presidente hizo a sus seguidores de mantener activos mecanismos de autodefensa para evitar un golpe de Estado.
Cientos de nicaragüenses comenzaron una marcha en una de las principales vías del este de Managua para exigir la renuncia de Ortega, a quien responsabilizan de la muerte de entre 277 y 351 personas en manifestaciones contra su gobierno.
“¡Pueblo, únete!”, “¡El pueblo, unido, jamás será vencido!” y “¡Libertad para los presos políticos!”, estaban entre las consignas que gritaban los manifestantes autoconvocados, a quienes el oficialismo llama terroristas.
Los participantes en la marcha también llevaban pancartas con las leyendas “Solo el pueblo salva al pueblo” y “No eran delincuentes, eran estudiantes”, así como la representación de rostros de muchas de las víctimas.
Dos marchas cruzaron la capital. La primera, denominada “Masaya florecerá”, salió del centro de la ciudad; y la segunda, llamada “Del pueblo para el pueblo, de que se van, se van”, partió del noreste de Managua. Ambas confluyeron en el sur de la capital.
Horas antes de las manifestaciones, la Policía nicaragüense expulsó de una de sus sedes carcelarias a decenas de madres que preguntaban por sus hijos, que fueron arrestados o desaparecieron durante protestas contra Ortega.
Profanación. Desconocidos profanaron el viernes en la noche la capilla de Nuestra Señora del Carmen, perteneciente a la parroquia Sangre de Cristo, informó en un comunicado la Diócesis de Jinotega, en el norte de Nicaragua.
“Entraron al templo y profanaron el Santísimo Sacramento del Altar que estaba resguardado en la capilla”, denunció la diócesis, que divulgó fotografías en las que se observa una ventana forzada y objetos sagrados en el suelo.
Antes de la profanación la jurisdicción había invitado a sus fieles a las eucaristías en toda la diócesis, donde se hará el rito de consagración.
La del viernes fue la más reciente profanación en por lo menos siete templos sufridas por la iglesia Católica en toda Nicaragua, desde que el episcopado propuso a Ortega adelantar las elecciones a marzo de 2019 para solucionar la crisis pacíficamente.
El jueves, durante el 39° aniversario de la revolución, Ortega pidió a seguidores que defendieran su gobierno y acusó al episcopado de ser parte de un plan de golpe de Estado.
“No vamos tampoco a irrespetar a los obispos, a pelear con los obispos, pero por la verdad murió Cristo, y como cristianos estamos obligados a decir la verdad, y a pedirles a los señores obispos que rectifiquen y no estén alentando a estas sectas satánicas, golpistas, asesinas”, dijo ante militantes sandinistas.
El dato
La Iglesia católica en Venezuela envió una carta a los obispos y al pueblo de Nicaragua en la que les expresa su solidaridad y rechaza la muerte de inocentes por la violencia. “Lamentamos mucho que sean tantas las comunidades afectadas por la violencia de Estado, muertes de inocentes y familias desgarradas por el dolor que produce tanta injusticia”.
VÍA EL NACIONAL.
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