Desde hoy estudiantes de cuatro de las cinco sedes de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre se quedaron sin servicio de comedor, debido a la insuficiencia presupuestaria que impide a la institución cubrir los gastos de la empresa que se encargaba de la adquisición y procesamiento de los alimentos.
En total 3.500 beneficiados en la región capital, formada por los núcleos Caracas, Guarenas y Charallave, en Miranda, y 2.800 de la sede principal en Barquisimeto, Lara, no dispondrán de comedor “hasta nuevo aviso”, informó Rita Añez, rectora de esa casa de estudios, que atiende a una población aproximada de 12.000 estudiantes de pregrado en todos sus campus.
Añez añadió que la contingencia se originó por la incapacidad financiera de la universidad de cancelar el monto por cada bandeja, pues el gobierno solo autorizó en septiembre de 2017, un precio 1.900% por debajo del valor de mercado de un almuerzo, que era la única opción que se ofrecía, en un horario extendido de 11:00 am a 3:00 pm.
“El Ministerio de Educación Universitaria nos aprobó hasta abril 10.000 bolívares por cada plato de comida. Actualmente, debido al auge inflacionario ni uno de los insumos que se necesita para elaborar un almuerzo cuesta esa cantidad. El contrato con la concesionaria llegaba hasta febrero y los otros licitantes ofrecían precios muy por encima de lo asignado, por lo que nos vimos obligados a suspender temporalmente el servicio”, lamentó.
La rectora exhortó al Ejecutivo a que reevalúe el presupuesto que fue asignado con déficit, pues de lo solicitado solo fue aprobado 30%.
“Hemos revisado sostenidamente las estructuras de costo y resulta inviable mantener la operatividad del comedor con un déficit tan alto. Urge sincerar el presupuesto con respecto a los gastos reales. Estamos abiertos a una nueva revisión. Debemos solucionar el problema de fondo para garantizar su sostenibilidad. Así el gobierno provea de los utensilios y equipos, solo el costo del procesamiento de los alimentos está cuatro veces por encima de la partida transferida”, explicó.
También indicó que autoridades universitarias se mantienen en mesas de trabajo con varios proveedores para negociar una fórmula que permita la reanudación inmediata del beneficio, que incluía al personal administrativo y obrero.
En Puerto Ordaz, donde está otro de los núcleos de la Unexpo, la situación es menos crítica. Gracias a un acuerdo con la comunidad y empresas locales el comedor continuará operativo al menos hasta finalizar el semestre, previsto para mediados de abril.
Alarmante alza de la deserción
El semestre que está en curso culmina en abril, por lo que las autoridades temen que el abrupto cierre del comedor incidirá en una merma de la matricula estudiantil. “Notamos con preocupación una notable profundización de la deserción. En septiembre se inscribieron 12.000 estudiantes, 25% menos de los 16.000 que se esperaban. El índice de deserción antes rondaba 5%; es decir se ha disparado 20%, en muchos casos por los problemas de transporte y alimentación”, aseguró Rita Añez, rectora de la Unexpo. |