Médicos del hospital Miguel Pérez Carreño recibieron a un pequeño sin vida el domingo a las 7:30 am, que presentó signos de maltrato infantil en el cuero cabelludo, las orejas, en el labio inferior, nariz, hematomas en el tobillo derecho, cicatrices en varias partes del cuerpo y además rasgos de abuso sexual.
El niño, de nombre Santiago Alejandro Abraham Terán, de tan solo un año de edad, fue trasladado al mencionado recinto de salud por su abuela María Josefina Albarrán Terán, de 42 años de edad, y por su abuelo político Javier Caraballo Correa, de 40 años de edad.
Debido a marcas de agresión que tenía Santiago Alejandro, personal médico reportó el caso a la Policía Nacional Bolivariana de Antímano; por ello, funcionarios del Eje Noroeste de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas se llevaron detenidos a los dos abuelos con la finalidad de comenzar las averiguaciones del suceso.
Los organismos de seguridad informaron que los presuntos abusos contra el niño habrían ocurrido en Mamera 1, barrio La Grama, en la quinta escalera de la parte alta, casa N° 6.
El cuerpo fue trasladado a la medicatura forense de Bello Monte para realizarle la respectiva necropsia de ley, cuyo informe detallará la causa de la muerte.
Falta de políticas. Carlos Trapani, coordinador de la ONG Centros Comunitarios de Aprendizaje, aseguró que desde la organización han visto con preocupación los altos índices de violencia contra los niños. “La violencia contra los pequeños se da en todos los ámbitos: institucional, familiar, sexual, entre otras formas de ejercerlas”, indicó.
El Estado es el que debe garantizarle protección a los más vulnerables; sin embargo, Trapani considera que “el gobierno no ha hecho campañas ni protocolos de atención y ni siquiera hay datos para conocer a profundidad la magnitud del problema”.
Apuntó que las autoridades venezolanas no desarrollan programas y que desde allí no dan respuestas al percance que se presenta. Puntualizó que “las crisis que afecta al país se manifiesta en ese tipo de violencia”.
El Dato
Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, dijo que “frente a la falta de oportunidades y apoyo, muchos adultos recurren a la violencia para dejar escapar el estrés”. La situación del país ha influido en que los espacios de recreación con los más pequeños se reduzcan y por tanto que “los adultos no tengan descanso ni esparcimiento con sus hijos”, puntualizó. “Es una clara respuesta a como los padres están asumiendo la crisis”, concluyó. Durante el mes de febrero un niño murió a golpes en Ruiz Pineda.