Las nuevas medidas migratorias ordenadas por el presidente colombiano Juan Manuel Santos son aplicadas en orden y acatadas por los ciudadanos.
El paso por el puente internacional Simón Bolívar que comunica al estado Táchira con el departamento Norte de Santander, es de completa calma y normalidad. De hecho, bajó el flujo de personas en comparación al pasado viernes 9 de febrero, cuando se vivieron momentos de tensión y desesperación en la zona con la aplicación de los nuevos controles, lo que obligó al cierre intermitente del paso.
Las personas transitan tranquilamente con la tarjeta de movilidad fronteriza yquienes no la porten deben sellar la salida en el pasaporte en un puesto del Saime ubicado al pasar la aduana de San Antonio del Táchira y la entrada a Colombia en la respectiva oficina al cruzar el puente.
Se pudo apreciar orden y disciplina. Las personas de manera organizada realizaban la cola para poder ingresar al vecino país a realizar diligencias, en su mayoría, compras de alimentos, medicinas y en otros casos abandonar el territorio en busca de un mejor futuro en Colombia y otros países.
“Vengo a comprar mercadito, lo que no consigo allá en Venezuela… azúcar, crema dental. Los colombianos nos atienden muy bien“, expresó a Caraota Digital Hugo Sarmiento.
Destacó que las medidas adoptadas por el Gobierno colombiano son buenas. “Veo todo excelente, hay más orden, no tengo nada malo qué decir“. A pesar de la incertidumbre y expectativa con las que fue recibida la medida, hay gran fluidez en el paso de ciudadanos a ambos lados de la línea limítrofe.
“Voy hacer unas compras y me regreso. Estábamos asustados por el paso pero todo bien, normal. Hay mucha gente preocupada porque no tiene pasaporte o la tarjeta; pero bueno hay paso y veo todo tranquilo“, indicó Rosalinda Roldán. Al fondo algunos ciudadanos gritaban “que se vaya Maduro”, al tiempo que señalaban que iban a comprar comida porque en Venezuela “lo que hay es hambre y miseria”.
Los controles de seguridad son los mismos: del lado venezolano los efectivos de la Guardia Nacional revisan maletas y bolsos grandes; y del lado colombiano se mantiene un piquete policial a un lado de la oficina de control migratorio, para evitar alteraciones del orden público.