Vicmar Sánchez, ginecobstetra especializada, explicó que los tres casos de preeclampsia severa que se registraron en el Ambulatorio Modelo de Marapa, estado Vargas, son producto de una alimentación baja en nutrientes o con exceso de carbohidratos y grasas.
“La alimentación es crítica no solo para las embarazadas, sino para todos en general. Muchas llegan si haber desayunado, otras ni siquiera comen para alimentar a sus otros hijos. Y cuando se les hacen los ecosonogramas el peso estimado de sus bebés es bajo, de acuerdo a la edad gestacional que debería ser de un kilo a un kilo y medio”, dijo Sánchez.
De acuerdo con La Verdad de Vargas, explicó que en febrero dieron a luz dos de sus pacientes y sus hijos nacieron con peso y talla normales. Sin embargo, será con su reintegro a las consultas que se podrá saber estadísticamente cuántas de las que estaban en control parieron a sus bebés en buenas condiciones.
“Los que nacen con retardo de crecimiento ultrauterino presentarán demora en el desarrollo psicomotor, además serán niños que a futuro tendrán problemas de aprendizaje. Ya eso sería un área de los pediatras que sabrán sobre la evolución de los niños que nacen con bajo peso. Pero en definitiva es una tragedia”.
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