El deseo de irse del país aumenta sostenidamente en todos los estratos sociales de la población venezolana y de cualquier edad, aunque los jóvenes son los más convencidos de buscar futuro en otra parte.
El estudio de opinión Diáspora en Números, elaborado por la empresa Consultores 21 durante el cuarto trimestre de 2017, revela que 50% de los venezolanos manifestó querer emigrar, y cuando indagó por segmento de edad, la mayoría (51%) tiene entre 18 años y 24 años. Más de 60% alega la situación económica como razón principal para abandonar el país y hay una marcada preferencia de destino hacia naciones suramericanas (56%), seguido de Estados Unidos (15%) y de cualquier otro (16%).
A pesar de que no existan cifras oficiales, el fenómeno que marca con fuerza la vida de los venezolanos en la actualidad es uno de los asuntos de gran interés de investigadores de opinión pública. “Hemos profundizado en el tema porque es parte de la cotidianidad del venezolano, después de las protestas, y está creciendo en el tiempo. Cuando comenzamos a realizar el estudio en 2015 encontramos que 25% de personas manifestaron su interés en irse, lo que varió en enero de 2017 con 30%. Entre noviembre y diciembre de 2017 llegó a 40%, lo cual indica que está subiendo muy rápido. El tamaño de la diáspora hoy es de 4.091.717 de venezolanos que rechazan vivir en Venezuela y por eso se quieren ir”, afirmó Saúl Cabrera, presidente de la empresa consultora. Agregó que la idea de retratar el fenómeno es “tener la fotografía de esa circunstancia” y observar cómo va variando en el tiempo.
Cabrera explicó que para obtener la cantidad de migrantes potenciales, los expertos de Consultores 21 indagaron en dos planos: En las personas que tienen propensión a emigrar y en las familias en las que uno de sus integrantes se encuentra ya fuera del país, y que corresponde a 1,97%. “No sabemos con exactitud cuánta gente ha salido por tierra o por aire, porque no existe información oficial”, explicó.
Académicos que han abordado el tema señalan que si la tendencia de la diáspora continúa incrementándose, el futuro de Venezuela es oscuro. “No tendremos una generación de relevo que, con su fuerza y entusiasmo, contribuya con el desarrollo de la nación, replicando la realidad de algunos países europeos donde la tasa de natalidad es negativa y los adultos representan la mayoría de esas sociedades”, aseguró Efraín Rincón, profesor titular de LUZ.