Nelson Ramírez, vocero de la organización política, condenó el accionar de los opositores durante las protestas y los acusó de legitimar el CNE al participar en las elecciones

El Movimiento Nacionalista Orden ha sido quizá una de las pocas organizaciones políticas del país abiertamente conservadoras, motivo por el que choca ideológicamente con el Gobierno nacional. Sin embargo, a las críticas que históricamente le han hecho al chavismo ahora se suman las que lanzan contra la oposición venezolana, a la que abiertamente señalan de ser responsable de la permanencia de Maduro al frente del Estado venezolano.

Nelson Ramírez, vocero de la organización que ya tiene 150 integrantes a escala nacional, sin contar seguidores, criticó la estrategia opositora durante los últimos momentos de la crisis política en el país, lo que calificó como desconocimiento del mandato de la consulta del 16 de julio y el presunto accionar de la dirigencia para «apagar las protestas» que se iniciaron en abril, manifestaciones a las que calificó como «la única esperanza y rayo de luz que tenía la nación venezolana para salir definitivamente del régimen».

Ramírez destaca que su propuesta de país se mantiene y, en entrevista con Contrapunto, habló de algunas de las acciones necesarias para hacer que el país avance, tales como afrontar el problema de la criminalidad con «mano de hierro», hasta moverse rumbo al fin del control de cambio y el replanteamiento de subsidios a distintas áreas de la economía venezolana.

–¿Cómo ve el movimiento Orden y usted, personalmente, la situación país?

–El Movimiento Nacionalista Orden ve la situación de forma catastrófica. Ya nosotros lo habíamos avizorado desde hace mucho tiempo: todo el tema que hoy está viviendo Venezuela obedece única y exclusivamente al carácter ideológico que tiene el régimen con Venezuela: un carácter totalmente socialista y que ya está apuntando a la consolidación total del comunismo en nuestro país. Prueba de ello es no solo la forma en la que se está llevando el Estado con la ANC, las comunas, los CLAP, etc. Hay algo peor que es la consolidación de la estructura partidista de las FARC en Venezuela. Cuando vemos ese estadio estamos en presencia prácticamente de la aniquilación de la República, y naturalmente todas las consecuencias que de ahí deriven van a ser negativas para Venezuela y nefastas para los ciudadanos venezolanos.

–¿Cómo evalúa la respuesta tanto del Gobierno como de la oposición a la situación de crisis?

–Evaluar la actuación de los dos sectores en la solución de la crisis sería una negación existencial de la propia crisis, porque ninguno de los dos está en la posición de solucionarla. El régimen, con sus medidas económicas de tilde socialista, lejos de querer arreglar la situación en Venezuela la está empeorando, y prueba de ello es la gran inflación, el secuestro del cambio en el país que está aniquilando el salario de todos los venezolanos y en consecuencia el hecho de comer se hace una proeza imposible.

Pero, en su opinión, «los actores políticos denominados como la oposición tampoco tienen gran voluntad para poner punto final a la crisis que está viviendo Venezuela por múltiples hechos que se han evidenciado en los últimos años: más recientemente, en este propio 2017 se vio con las protestas, que fueron la única esperanza y rayo de luz que tenía la nación venezolana para salir definitivamente del régimen y fueron estos mismos señores de la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y estos señores diputados, que tenían cierta autoridad y ciertas competencias para poder poner fin a la tragedia que vivía el país, quienes decidieron desmovilizar la calle, apagar las protestas, llevar a los ciudadanos a un estado de shock y de depresión colectiva». Esto ocurrió «al punto de que hoy están hablando de diálogo en República Dominicana, otra vez. Ha sido el mismo esquema del 2014, otra vez el dialoguito este en Dominicana».

Y, no contentos con eso, añadió, «buscan lavarse la cara, buscan redimensionarse, darse un aire de frescura y ahora están intentando una nueva coalición denominada Soy Venezuela, con el señor Ledezma y con su escape con un final feliz ahora que está en España y con la señora Machado dándole odas a esta acción, pero que curiosamente ahora hablan de redimensionar el diálogo. Es algo bien curioso».

Muy duro con ambos bloques, aseveró: «Para nosotros en el Movimiento Nacionalista Orden no hay nada que dialogar con quienes nos están matando. Con un régimen que odia y desprecia a los venezolanos no hay nada que dialogar, si acaso los términos de su salida incondicional del poder».

–Dices que no hay que dialogar, entonces le pregunto: ¿Cómo se sale de la crisis?

–Muchos preguntan cómo salir de la crisis y piden salir de Maduro ya; eso suena muy bien. Pero mientras no se desplace mediáticamente a una oposición que ha secuestrado los medios de comunicación convencionales en Venezuela, es imposible que bajo los mismos esquemas y los mismos términos y métodos con los que se ha dizque combatido el régimen durante casi 20 años, se pueda lograr una salida. Es indispensable que el Movimiento Nacionalista Orden tome una posición de actor político importante y de envergadura en el país, para efectivamente conducir a la nación venezolana a la salida del régimen. En la medida en que más venezolanos conozcan la ideología del movimiento nos lograremos posicionar como un actor político, pero no solamente posicionarnos como un actor político que desplace a estos señores (MUD) en su monopolio mediático: se trata de un posicionamiento en el cual tomemos las acciones de envergadura y de emergencia que tenemos que tomar para asumir las consecuencias que esto pueda traer.

–¿Sería justo decir que desde su punto de vista uno de los motivos por los que no ha «caído» el Gobierno es por la oposición?

–Sí. Fíjate que cuando hablamos de la oposición tenemos que referirnos a qué tipo de oposición estamos necesitando, porque oposición no es decir «no estoy de acuerdo contigo». Ahí lo que pudiera haber es un consenso. Cuando hablamos de oposición estamos hablando de una oposición ideológica al régimen. Aquí hablamos de socialismo, algo que el mismo régimen ha dicho en reiteradas oportunidades, y lo está practicando. Mientras no sumes a este actor que establezca esta oposición ideológica al socialismo, vamos a seguir en la misma marea de miseria en la que nos están envolviendo. Nos guste o no, todos los actores políticos de la oposición son socialistas, y bajo ese esquema es imposible que podamos salir del socialismo. ¿Vamos a sustituir un socialismo por otro socialismo? Otros dirían que la señora María Corina Machado no es socialista, ok, te compro la idea de que no es socialista, pero en el seno de su organización está recibiendo a personas como Julio Coco, personas de Bandera Roja, personas disidentes del PSUV. Entonces bajo ese esquema ella tampoco representa una alternativa viable de oposición, porque una vez teniendo claro el rol ideológico van a derivar las acciones inherentes a esa postura ideológica para contraponerse al régimen.

–Siendo específicos, ¿qué medidas se tienen que tomar para salir de la crisis? ¿Qué haría usted si estuviera en el gobierno?

–Lo primero que tenemos que decir de manera categórica es que la primera medida que tenemos que tomar para salir de la crisis es mano de hierro a la inseguridad, que es uno de los grandes problemas que está consumiendo a lo venezolanos.

–¿Qué significa «mano de hierro»?

–Bueno, eso significa cero compasión con la delincuencia. Ya basta de estar siendo blandengues con quien delinque, con quien mata, con quien viola o invade. Eso acá se tiene que erradicar. Nosotros estamos dispuestos a asumir ese compromiso histórico de tomar las decisiones de emergencia propias para acabar, erradicar la delincuencia en nuestro país. Acto seguido tenemos que limpiar al país de la corrupción, acá todos los días los actores políticos lo que menos dicen es que se tiene que acabar con la corrupción; qué casualidad que esos mismos actores políticos de la oposición, que también cogobiernan con el régimen, muchos están salpicados de escándalos de corrupción. Vamos a poner mano de hierro también con la corrupción. Nosotros decimos esto porque ninguno de los militantes del Movimiento Nacionalista Orden está salpicado de la vieja política; a ningún militante del movimiento lo pueden señalar de que estuvo en algún gobierno donde hubo problemas de corrupción o malversación. Nunca van a poder señalar a alguien de Orden. Por eso tenemos la autoridad moral para hablarse así al país.

–¿Y sobre el tema económico? ¿Qué se debe hacer ahí?

–A criterio del Movimiento Orden este es uno de los puntos más neurálgicos e importantes de la actualidad. El 21 de enero hicimos un planteamiento con nuestro plan de la nación en la parte económica, pero tenemos que tomar unas medidas de emergencia mientras se va agarrando fondo y se va subsanando el déficit económico. Concretamente tenemos que generar confianza, no solo para los venezolanos, sino también para los inversores, para dar garantías a las inversiones para vengan y generen un ingreso económico importante, algo que nos permitiría reinvertir recursos en la producción industrial venezolana. Una de esas producciones industriales debe ser el tema del campo, un punto que nos está plagiando el régimen actualmente. Ellos están hablando de la «vuelta al campo», y eso lo planteó el Movimiento Nacionalista Orden. No podemos cumplir con nuestras actividades laborales, académicas si no se tiene la comida.

–Anteriormente mencionó el control de cambio como algo que atentaba contra el salario del venezolano. ¿Qué haría con esa restricción en la economía?

–Justamente las medidas económicas que te acabo de mencionar apuntan q desaparecer el control de cambio, pero también tenemos que pisar tierra y ver la realidad: de un día para otro no podemos sacar el control de cambio porque tenemos 15 años en esto y eso ha tenido sus consecuencias. En la medida en que empecemos a traer inversiones extranjeras en la que se les brinde a los inversores y a la comunidad internacional esa confianza de poder venir a invertir y hacer operaciones comerciales, tomaremos los pasos para ir sustituyendo ese control cambiario que nosotros estimamos que en menos de un año podemos quitarlo con estas medidas.

–¿Y los servicios que están subsidiados como la telefonía, el agua, el transporte, la gasolina y la electricidad?

–Todo hay que verlo en función de los resultados tangibles. Si tú ves que un subsidio está dando como resultado altos rendimientos, y que ese rendimiento permita dar para reembolsar ese subsidio, entonces bueno, se puede subsidiar. Lo que no se puede permitir es estar regalando el dinero del Estado a cosas que no están dando absolutamente nada sino pérdidas y tragedias al país. Como ejemplo, están las comunicaciones del país. ¿Para qué vale tener una empresa nacionalizada como la Cantv, o subsidiar empresas telefónicas que no sirven para absolutamente nada, que no dan un buen servicio para el país y, por el contrario, están convirtiéndose en una carga para el Estado? En ese sentido creo que el Estado no puede estar dedicado a vender teléfonos, a reparar líneas telefónicas o a vender planes de celulares. El Estado tiene otras funciones que son más importantes.

Con respecto al subsidio a las actividades industriales «te puedo decir que los subsidios han sido prácticamente obsequios del Estado a grupos económicos que al final del día han desangrado el país y han sacado los capitales de Venezuela, y eso ha sido algo que ni siquiera la gente de la oposición se atreve a decir. Hay que pisar tierra y entender que no se puede tirar el dinero a un barril sin fondo».

–Una de las polémicas más recientes en la vida política es las elecciones. Hay sectores que dicen que no se debe participar. ¿Cuál es la posición de Orden?

–Nuestra posición ha sido muy categórica con respecto a las elecciones en este momento histórico. Desde siempre hemos denunciado el Ministerio del Poder Popular para Las Elecciones, que es el CNE, y siempre hemos dicho que bajo ese organismo fraudulento es imposible realizar unas elecciones transparentes, porque siempre va a inclinarse hacia el régimen. Siempre lo hemos dicho y siempre lo vamos a sostener mientras estén estos señores usurpando el poder. Naturalmente, no se puede ir ni a regionales, ni a municipales, ni a presidenciales con estos mismos señores porque el resultado va a ser exactamente igual. Me dirán «¿entonces qué se va a hacer?». Bueno, puedo decir que la oposición dejó pasar una oportunidad histórica como lo fue el 16 de julio, fecha en la que hubo una expresión de la sociedad venezolana que dijo que no iba al CNE, y se le formularon las preguntas para desconocer el régimen.

El problema «está justamente no solamente en ese sujeto que es el CNE, sino también en la medida en la que se legitima al CNE como actor político, porque después de ese 16 de julio viene el 30 de julio con esa elección fraudulenta avalada por el CNE que fue la constituyente y estos señores (la oposición) dijeron ‘este mundo no se acaba’. Estemos claros: sí se acabó, porque una vez más se atornilló en el poder a quienes están oprimiendo a los venezolanos», argumenta.

«Para la guinda en la torta el 15 de octubre hay regionales y los niños (oposición) van y se juramenten ante los usurpadores (constituyente)», condena.

–Viendo el panorama tan conflictivo en la política, ¿por qué ustedes no aprovechan y terminan de hacer el cambio de movimiento político a partido político?

–Bueno, el movimiento está creciendo de manera impresionante. Más bien nos hemos sorprendido del crecimiento del movimiento. Actualmente en nuestras filas contamos con 150 personas a escala nacional; esto, sin contar nuestros simpatizantes y los seguidores en las redes sociales, quienes a su vez nos han sorprendido mucho cuando realizamos las actividades y los foros. Han sobrepasado nuestras expectativas y han llenado los auditorios y los escenarios. Es algo que nos motiva mucho para seguir trabajando, porque significa que el ideario es sólido, que los planteamientos que estamos haciendo son técnicamente posibles en la medida en que más energía le dediquemos. Con respecto al cambio a partido te lo respondo con lo anterior: legitimarnos ante un CNE sería una negación existencial, porque seríamos parte de ese ciclo de vicio que ha legitimado el régimen. No descartamos naturalmente nuestra composición como partido, pero para nosotros es algo muy importante la coherencia, es un punto cardinal.

Vía Contrapunto.com

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