El hospital José Gregorio Hernández, uno de los recintos médicos más importantes de la ciudad, cumple 44 años de fundado en medio de una emergencia humanitaria que Caritas Venezuela cataloga de compleja y que ha descontado 16.238 camas a la red sanitaria, según la organización Médicos por la Salud.

Malogrado por el desabastecimiento de insumos, que rebajó su ocupación en 50% y mantiene en cierre técnico los servicios de terapia intensiva, la dirección del recinto dice que se ha propuesto resolver con urgencia las secuelas de un problema que ha degradado su capacidad operativa.

El también conocido como hospital de Los Magallanes requiere al menos 12 intensivistas para reactivar la Unidad de Cuidados Intensivos para adultos y el mismo servicio para neonatos. Aun cuando no disponen de antibióticos de cuarta generación, cuyo radio de acción es más eficiente, médicos del lugar aseguran que resuelven las emergencias con penicilina, un fármaco primitivo que se usa para atacar infecciones bacterianas.

A propósito del aniversario, el director de Los Magallanes, Juan Carlos Marcano, informó que en los próximos días tienen previsto reinaugurar la Emergencia de adulto, con lo cual se ampliará de 12 a 24 el número de camas de observación y se incorporarán tres cupos de medicina crítica que no disponían. «La meta es reinaugurar la Emergencia de adultos, la pediátrica y la sala de partos», dijo Marcano.

El director detalló que la urgencia pediátrica contará con diez camas de observación, un área de trauma shock y cuatro consultorios, mientras la sala de parto tendrá 6 quirófanos y una capacidad para atender 12 mujeres en trabajo de parto y 8 en posparto.

Inaugurado el 19 de noviembre de 1973 por Rafael Caldera, la edificación, cuya piedra fundacional fue colocada por Raúl Leoni en 1968, demoró casi cinco años en construirse. Hoy, aseguran pacientes, su resplandor es parte del pasado. A modo de balance y tras un año de gestión, Marcano indicó que fueron reparadas las calderas, la planta eléctrica y resueltos los problemas  de agua.

Detalló que el porcentaje de ocupación se incrementó en 78%, un indicador que, según dijo, se ubicó en 98% en el caso de ginecobstetricia. De 250 camas que tiene el establecimiento, 160 camas están ocupadas y tienen dificultades con el resto.

Para 2018 aspiran reparar los demolidos pisos 5 y 7 donde funcionaban Medicina Interna y Ginecología. Y esperan también incorporar a los 38 especialistas que graduarán en diciembre en ese centro docente donde se dictan al menos siete posgrados.

Vía ElUniversal.com

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