A menos del 20% de su capacidad instalada está operando la industria gráfica en Venezuela a finales del 2017, aseguró Edgar Fiol, director ejecutivo de la Asociación de Industriales de Artes Gráficas (AIAG), tras conocerse los resultados de la Encuesta de Coyuntura que mide el desempeño del sector industrial en el tercer trimestre de este año.
Indicó que la caída de la producción se sitúa en 82% promedio debido a la disminución de la demanda en productos como etiquetas, empaques, estuches, facturas, prospectos y publicaciones varias, entre otros, utilizados en la fabricación de alimentos, medicinas, productos para el cuidado personal y del hogar.
En este sentido, puntualizó que la caída de la demanda de productos gráficos se sitúa, al cierre del tercer trimestre 2017, en el orden del 78% promedio.
“En efecto, estando tan afectada toda la industria nacional por la escasez de divisas, de materias primas e insumos, inflación desmedida y la merma del poder adquisitivo del venezolano, es fácil entender las razones por las que la demanda de nuestros productos se ha ido también al piso”, aseveró Fiol en declaraciones difundidas a través de una nota de prensa.
Asimismo, se refirió sobre la dificultad que tienen para obtener las divisas, hecho que viene presentándose desde finales del año 2015. Afirmó que las recibidas a través de las subasta Dicom son insuficientes y que además fueron entregadas hasta septiembre.
“Es importante denunciar que varias empresas afiliadas a nuestro gremio siguen doblemente afectadas, porque a pesar de que el BCV debitó de sus cuentas los bolívares para pagar las divisas otorgadas en la subasta DIicom N° 15, aún ni les devuelven el dinero ni les transfieren los dólares”, denunció.
Por último, mencionó que la industria también tiene que afrontar los estragos de los últimos aumentos salariales decretados por el Gobierno nacional. Reveló que son muchas los empresas que han tenido que reducir sus nóminas entre 20 y 40%.
“Esto es una locura – exclamo el vocero – al sostener que el empleo no solo está disminuyendo significativamente, sino además las nóminas se están compactando hacia la remuneración mínima. Esto, claro está, es consecuencia directa de la imposición de una política laboral que contempla aumentos inconsultos del salario mínimo y del bono de alimentación”, advirtió.
Vía Caraotadigital.com