“¡Eminencia, eminencia!”, gritan periodistas frente a la columnata de Bernini al ver pasar a cualquier purpurado, reconocibles por los cinturones y solideos rojos.
Los rodean una multitud con cámaras, teléfonos inteligentes, pértigas y micrófonos, bajo la mirada curiosa de los turistas que visitan el Vaticano.
La mayoría evita hablar con la prensa. Pasan sin apartar la vista del suelo o sonriendo en silencio.
“Hay un ambiente fraternal y sincero”, dijo el cardenal iraquí Louis Raphaël I Sako, patriarca de la Iglesia caldea, “un espíritu de responsabilidad para buscar a alguien que continúe el trabajo de Francisco”.
El estilo y las reformas impulsadas por el jesuita argentino despertaron no obstante críticas entre los sectores más conservadores, que apuestan ahora por un cambio más enfocado en la doctrina.
“Dos o tres días”
Los cardenales de la Iglesia católica decidieron el lunes que el 7 de mayo iniciarán las votaciones para seleccionar al sucesor de Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años y despedido en presencia de 400.000 personas.
Los 135 cardenales menores de 80 años con derecho a voto se encerrarán desde ese día en la majestuosa Capilla Sixtina para elegir al nuevo líder espiritual de 1.400 millones de fieles, y no podrán salir hasta que la fumata blanca preceda el esperado “Habemus papam”.
Es un proceso que ha despertado fascinación desde hace siglos y ahora exacerbado tras el estreno de la galardonada película Cónclave.
La elección que llevó a Francisco en 2013 a la Silla de San Pedro tomó dos días, la misma duración la de su predecesor, Benedicto XVI, ocho años antes.
Sako espera igualmente un cónclave “corto” en esta oportunidad. “Dos o tres días”, dijo.
El italiano Pietro Parolin aparece como uno de los papables favoritos a medida que crecen conflictos y crisis diplomáticas por el mundo. Este cardenal ejerció como Secretario de Estado con Francisco tras ser nuncio en Venezuela.
“Representa un voto para continuar la esencia del papado de Francisco, pero sin el instinto rebelde de Francisco”, apuntó sobre Parolin John Allen, editor del periódico católico en línea Crux .
“Sería visto como una figura más convencional y predecible”.
La casa de apuestas británicas William Hill lo pone por delante del filipino Luis Antonio Tagle, seguido del cardenal ghanés Peter Turkson y del también italiano Matteo Zuppi.
“He decidido obedecer”
Los cardenales no tendrán acceso a sus celulares, al internet, ni a la prensa durante el cónclave
El 80% de los 135 electores fue designado por Francisco, muchos vienen de zonas del mundo históricamente marginadas por la Iglesia y muchos no se conocen.
Uno que finalmente desistió de participar fue el italiano Angelo Becciu, de 76 años, condenado por malversación y despojado de sus privilegios por el papa Francisco tras una operación inmobiliaria opaca en Londres.
Insistía que era su deber participar en el cónclave porque aún tenía el título de cardenal y participaba de las reuniones preparativas, pero Parolin le presentó dos documentos del papa que confirmaban su exclusión.
Cedió. “Teniendo en el corazón el bien de la Iglesia, a la que he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, así como para contribuir a la comunión y a la serenidad del cónclave, he decidido obedecer como siempre lo he hecho”, dijo en un comunicado enviado a la AFP por su abogado. AFP