En una rueda de prensa previa al despegue, Chen Dong destacó la “confianza y entendimiento mutuo” entre los tres astronautas, mientras que Wang explicó que, como ingeniero de vuelo, será responsable del mantenimiento, reparación y manejo de tecnologías de protección contra la ingravidez.
Chen Zhongrui, por su parte, reconoció que al principio del entrenamiento se sintió “nervioso”, pero aseguró que ahora el equipo está “plenamente integrado”.
A lo largo de su estancia en la estación espacial, los astronautas llevarán a cabo investigaciones científicas y actividades extravehiculares, además de pruebas técnicas y experimentos con organismos como planarias y peces cebra para estudiar procesos biológicos en microgravedad.
Los tres se convertirán en el noveno grupo que habita la Tiangong, donde convivirán durante un breve periodo con la tripulación saliente de la misión Shenzhou-19, formada por Cai Xuzhe, Wang Haoze y Song Lingdong, que arribaron el pasado 30 de octubre y finalizarán su misión el 29 de abril.
La Tiangong (Palacio Celestial en chino) operará durante unos diez años y podría convertirse en una de las principales plataformas orbitales en funcionamiento, especialmente a medida que la Estación Espacial Internacional —una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial— se acerque a su retiro, previsto para 2030.
China ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna —primera vez que se logra— y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país —tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética— en amartizar.
Asimismo, el gigante asiático planea construir una base de exploración científica junto con Rusia y otros países en el polo sur de la Luna. EFE