El acusado, que tenía 22 años en el momento de los hechos, en mayo de 2023, reconoció que acabó con la vida de su compañero de piso, de 29 años, pero sin recordar cómo, y pidió perdón.

Ahora la sentencia le condena como autor de un delito de asesinato, con la atenuante de alteración psíquica, a 18 años de prisión, prohibición de acercarse a menos de 500 metros durante 10 años a los padres y hermanas del fallecido, y a indemnizar con 150.000 euros a cada progenitor y con 70.000 euros a cada una de sus tres hermanas.

La atenuante de alteración o anomalía psíquica se debe a que los forenses acreditaron que estaba diagnosticado de trastorno disocial de personalidad. La condena también tiene en cuenta que había consumido ketamina el día de los hechos, lo que pudo alterar sus capacidades.

El tribunal considera probado que el acusado asestó con un arma blanca hasta 36 cuchilladas a Eugenio Luis en el domicilio que ambos compartían en Madrid, por lo que la víctima sufrió una hemorragia aguda por la que falleció poco después.

Entre las circunstancias que el jurado popular consideró probadas figura que los agentes de la Policía Nacional que acudieron al domicilio encontraron aún con vida a la víctima, quien les dijo: “Ha sido mi compañero de piso”.

Esta sentencia puede ser recurrida ante el TSJM.

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