Por Comisario General Atahualpa Montes.
Ha sido un espectáculo denigrante que deja muy mal parada a la administración de justicia americana.
Un gobierno que se jacta de ser modelo de rectitud y respeto a las leyes, se reúne con un sujeto catalogado por ese mismo gobierno como narcotraficante y sobre quien la DEA tiene solicitud de captura con pago de $ 15 millones.
El águila americana convertida en un vulgar zamuro comedor de carroña, chapoteando en la podredumbre que es el habitat natural de Maduro y su entorno, visitado por dignatarios del gobierno de Biden para besarle los testículos y rogarle que desvié un poco el escaso flujo de petróleo que manda a Cuba y a otros enemigos del gran país del norte y les venda alguito a esta administración que no encuentra la vía para bajar los precios de la gasolina.
Como ciudadano americano y como natural de Venezuela, me avergüenzo de la actitud reptante, asquerosa, babosa e inmoral de la casa blanca (así en minúsculas) rogándole a un sujeto catalogado por ellos como jefe de una pandilla de narcos internacionales, por un chorrito de petróleo que en todo caso y al margen de lo vergonzoso, no va a solucionar el problema energético creado por la estulticia de esta administración, cuando trastoco la realidad de un país que se autoabastecía de crudo y le quedaba para aumentar sus reservas estratégicas e incluso vender a otros países y quedaron a merced del oso ruso representado por el hijo de Putin que hoy nos amenaza con una guerra nuclear.
Inclinar la cabeza ante el mismo, a quien etiquetaron como un capo mafioso, debería ser más que suficiente para que un Congreso decente le exigiera la renuncia al imbécil de Biden.
¿Cuál será el próximo paso de este descerebrado?
¿Invitar a Maduro a la casa blanca (otra vez en minúsculas) y condecorarlo?
¿Reanudar las relaciones diplomáticas y comerciales con el régimen de Caracas?
¿Concretar la asociación definitiva de su gobierno izquierdoso con Venezuela, Cuba y Nicaragua en América y quien sabe si con Corea del Norte y con el mismo loco ruso que tiene la seguridad del planeta pendiendo de un hilo?
La verdad es que nada de eso me extrañaría después de ver la humillación a la que acaba de someter al pueblo americano.
Hay que tener un cerebrito del tamaño de un frijol y una vergüenza más pequeña aún para llegar allí, a donde nos ha llevado este gobierno bufo.
¡Qué bolas!