Hecho con más de 400 libras de oro de 24 quilates, “The Castello CUBE”, del artista alemán Niclas Castello, se instaló por un día en el parque y llegó flanqueado con su propio equipo de seguridad. Fusión de arte y criptografía, como embajador para lanzar una criptomoneda y una subasta NFT.
Y sí, lo que brilló esta semana en Central Park fue oro. Un enorme cubo hecho con 410 libras de oro puro convertido en una obra de arte fue presentado al mundo en una zona nevada frente al icónico Naumburg Bandshell, que aloja a los conciertos de verano.
“The Castello CUBE” probablemente ofreció una singular y deslumbrante vista a los corredores habituales del parque, desde primera hora del miércoles, pues fue instalada desde las 5 de la mañana del miércoles y solo por un día.
Elaborada por el artista alemán Niclas Castello, con oro de 24 quilates, apareció flanqueada por su propio equipo de seguridad. Y no era para menos, su valor asciende a 11.7 millones de dólares, con base en el precio actual del oro de $1.788 la onza.
«Nunca antes en la historia de la humanidad se había fundido una cantidad tan enorme de oro en un solo objeto puro. Oro, el metal eterno. Símbolo del sol, de la luz, del bien», señaló el autor en la descripción de su obra de arte.
Y se espera que esta pieza represente un puente entre las formas tradicionales de inversión, el arte y el nuevo mundo de las criptomonedas.
Pues esta instalación fue parte de una estrategia publicitaria para la presentación de la criptomoneda Castello Coin, comercializada como $CAST, de la que el artista y la obra son embajadores de marca.
También sirvió para anunciar la subasta NFT, en este mismo marco, que se realizará el 21 de febrero.
E l cubo mide poco más de un pie y medio por todos sus lados (19.685 pulgadas) y tiene un espesor de pared de aproximadamente un cuarto de pulgada.
Fue elaborado en un horno especial hecho a mano, para soportar las altas temperaturas para fundirlo, que alcanzaron hasta 1,100 grados Celsius, en una fundición en Aarau, Suiza. Y requirió 4,500 horas de trabajo.
La escultura fue llevada a una cena privada en Wall Street tras su exhibición en el parque, a la que asistieron numerosas celebridades.
Y aunque el equipo del artista mantuvo en secreto a dónde irá “The Castello CUBE” después de esta aparición, lo seguro es que dejó una estela de brillo por Central Park.