Por Pedro Mena
En el desarrollo de la campaña desestabilizadora del régimen, el objetivo estratégico ha sido la figura del presidente legítimo, Juan Guaidó.
Esta semana “full” de noticias y de hechos de importancia ocurridos y por ocurrir en las próximas horas, quizás antes de publicarse este articulo dominical, como el trillado caso de los buques petroleros iraníes en su viaje a Venezuela.
Vamos a analizar la supuesta hipótesis política impulsada por algunos sectores mediáticos que se expresan a través de las redes sociales, algunas de ellas tarifadas por el régimen y su gran aliado operativo el G2 cubano.
En el desarrollo de la campaña desestabilizadora, el objetivo estratégico comunicacional ha sido la figura del presidente legítimo, Juan Guaidó, dejando colar el veneno de su supuesto cambio, relevo o destitución, producto de las macabras y posibles negociaciones entre gallos y media noche de algunos personajes surgidos de sus propias alianzas políticas, sacados de la imaginación truculenta del redactor creativo pagado por la dictadura. «Guaidó renuncia» debería ser el final de la trama maquiavélica.
El diputado Juan Guaidó, líder indiscutible del proceso liberador y democrático de nuestra patria, mancillada y ultrajada por las hordas asesinas del comunismo internacional, ha mantenido su tranquilidad habitual como buen político, logrando al final un apoyo unánime de sus compañeros de bancada unitaria en la AN legítima, frente a la infamia, la “guerra sucia” y la manipulación mediática de sus enemigos.
En un artículo anterior publicado en nuestro DIARIO LAS AMÉRICAS, titulado El Hombre en la Arena, expresé que la mejor respuesta a las campañas de intrigas, chismes y mensaje negativos, dirigidos a tratar de dividir la unidad USA/Guaidó/AN, son las palabras finales del embajador John Bolton, para entonces Asesor de Seguridad Nacional del presidente Trump, quien expresó: “Como dijo Roosevelt: No es el crítico que cuenta, el crédito pertenece al hombre que realmente está en la arena. Más de 50 países se reunieron en Lima en reconocimiento al presidente interino Guaidó como el ‘hombre en la arena’ del pueblo venezolano y como la voz unida por la libertad”. Reconocimiento honorífico.
Estas afirmaciones siguen vigentes y latentes en las mentes y corazones de muchos venezolanos, adentro y fuera del país, que desean alcanzar la libertad, la democracia y la recuperación integral económica, social y política de Venezuela, mediante la alianza efectiva entre nuestra dirigencia política, encabezada por los partidos AD, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular, Primero Justicia y otras organizaciones aliadas como La Causa R, Proyecto Venezuela y organizaciones gremiales, sindicales, de profesionales, la Iglesia –católica y protestante–, movimiento estudiantil, autoridades rectorales de las universidad autónomas y privadas, personalidades independientes, así como los empresarios integrantes de la sociedad civil venezolana.
La supuesta salida por presiones indebidas del presidente Guaidó y su equipo de asesores será la mayor recompensa que la locura infantil escondida tras el manto del radicalismo o cambios de figuras, puedan hacerle a la alianza comunista internacional y de fundamentalistas extremistas, que no cesan en sus labores terroristas de liquidar toda expresión de la oposición democrática venezolana, en especial a nuestro joven líder y primer mandatario constitucional. Es entregar como presea la “cabeza” de Guaidó al radicalismo fanático.
Pregunto: ¿quién calza los puntos a su favor para obtener el respaldo de 50 países, como es el caso de las potencias mundiales Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Canadá muchas excolonias soviéticas, hoy países liberados e independientes del tutelaje soviético de Putin y sus antecesores también el respaldo de muchos países latinoamericanos y asiáticos?
¿Quién otro tiene el sólido respaldo popular y confianza del pueblo venezolano para impulsar el gobierno de transición luego de la salida del tirano Maduro y el inicio de un gobierno de emergencia nacional que aglutine a los sectores más importantes del país, con miras a lograr el rescate institucional y proceder a convocar las elecciones parlamentarias y presidenciales? Como lo ha afirmado en varias oportunidades Mike Pompeo, secretario de Estado de USA, no hay y no habrá ninguna negociación previa que no sea la renuncia del dictador, para avanzar en las siguientes fases estratégicas.
Guaidó es joven, valiente, corajudo, inteligente y extremadamente sencillo en su actuar como líder político y primer mandatario de Venezuela. Su vida ha estado, al igual que la de su familia, sometida a vaivenes del peligro, el asesinato y el secuestro. Recordemos las gráficas de su camioneta oficial con más de 20 impactos de balas en la ventanas y vidrios de seguridad.
Su tío, el Ing. Juan José Márquez, todavía sigue preso incomunicado, privado de sus atenciones como ciudadano, torturado y violados sus derechos por una falsa acusación de traer explosivos de Portugal en una línea aérea de ese país, que también fue sancionada por el régimen.
Sus inmediatos colaboradores, asesores, comisionados y su jefe de Despacho, como el caso de nuestro amigo Roberto Marrero, también incomunicado, y agredido por los narcos torturadores del FAES, han sido víctimas de la propia persecución y hostigamiento de los cuerpos represivos del narco-régimen. Sumamos los nombres de sus colegas diputados AN Renzo Prieto, Juan Requesens, Gilbert Caro e Ismael León, entre otros presos e incomunicados por la dictadura.
La unidad patriótica nacional debe ser una realidad concreta, y solo Guaidó como líder máximo reúne muchos factores a su lado para ser exitoso y contribuir a la derrota de la dictadura y rescate de la democracia. Quienes tengan lógicas aspiraciones de ser candidatos presidenciales, lo inteligente es no poner piedras en el camino a Guaidó, sino esperar el momento de la apertura de la campaña electoral, que ya la oposición democrática tiene como antecedentes realizar las primarias o por consenso político escoger el candidato único, presentar su nombre y recorrer el país a tales fines. Si gana, bienvenido a la contienda popular.
Felicitamos a los diputados de la AN de las fracciones de oposición democrática por su apoyo unánime al presidente Guaidó, en un acuerdo oficial del cuerpo plasmado para la historia, en especial al diputado Omar Barboza, expresidente de la AN, por su responsable, amplio y generoso discurso unitario y democrático.
Reitero mi confianza, fe y esperanza real en el proceso histórico inédito venezolano y la inteligencia de sus líderes políticos. Vamos bien, de verdad. Sigamos firmes en nuestra lucha al lado del presidente legítimo, Juan Guaidó, y la AN legítima. ¡SEGUIMOS BIEN!