Por Anibal Sánchez

Al cerrar la segunda semana desde que se reportó primer caso sintomático de COVID-19 en suelo Venezolano el Gobierno de Maduro, demuestra haber tomado el control mediático de la crisis, y esto es importante ante los posibles escenarios que se puedan desatar a partir de esta crisis, en un país agobiado por tantas carencias.-

El tomar las decisiones elementales a su tiempo y con aplomo. Concentrando decisiones sobre el despliegue de las fuerzas de trabajo, en torno a una comisión presidencial, le ha dado un saldo político, positivo, pues se evidencia el control interno «no solo institucional, sino ciudadano» explicó a los medios el Analista Político y Consultor Electoral Anibal Sanchez.

Es evidente que la ciudadanía, ante el temor y riesgo acata las instrucciones de las autoridades sanitarias y órganos de seguridad, por lo que surge la tesis de que se usa como medio de «Control Social» ante el grado de descontento, por la falta de gestión efectiva en pro del bienestar del pueblo.-

Actualmente no sé evidencian las tradicionales denuncias de violaciones a derechos humanos propias o atribuibles a las restricciones de libertades, a excepción de las hechas en caso de los presos políticos. Incluso el ataque político sobre la implementación de un estado de excepción, ha sido poco pues el estamento jurídico lo permite, sin tener que consultar al legislativo.

La oposición orgánica representada en el parlamento ha centrado su actuación al desmentir los partes o balances de casos reportados de coronavirus; a la crítica del estado del Sistema de Salud Nacional; a la carencia de otros Servicios Básicos, dejando pasar así la oportunidad para asumir un rol conductor en la reunificación, jugando un papel de Intermediación entre factores nacionales e internacionales, aclaró Sánchez.-

«En estos casos es cuando se mide: el nivel de compromiso y el talante democrático o humanista de la dirigencia política, quedando la duda sobre si, la voluntad es que se fracase o se juega al caos social, todo esto sin medir las  consecuencias» añadió.

A la fecha solo se conoce del descontento de algunos ciudadanos que se ven limitados para poder adquirir sus principales sustentos, producto de la escasez, alto costo o las limitaciones de la oferta. «El éxito político del gobierno de Maduro y las aspiraciones de la oposición parecen centrarse en estos aspectos» por lo que surgieron anuncios económicos en protección del empleo y sueldo de trabajadores, adicional a otros beneficios, como no pagar alquileres o interés e incluso el pago de bonos vía Sitema Patria.-

Un mecanismo que ha demostrado ser más efectivo que la lista de opositores, pues la Big Data es dinámica, se auto alimenta y audita constantemente, más allá de medir fidelidad o apego se ha convertido en un aparato de control tecnológico; ahora puesto a servicio de la Atención Sanitaria con la encuesta sobre el Coronavirus ha demostrado su utilidad, imaginense cuando se agreguen módulos de reconocimiento facial.-

Desde el inicio de esta crisis por el COVID-19 se advirtió sobre la posibilidad de concretarse  acercamientos de sectores que supieran anteponer la seguridad ciudadana; esto no ha ocurrido, la cogestión de la crisis se da solo a  nivel comunitario «se observan  vecinos organizados para atender a la población vulnerable y colaborar  en el contacto de casos sospechosos de tener la infección».

También se observan acciones aisladas de colaboración con hospitales o  centros de salud por parte de organizaciones civiles mientras un grupo técnico opositor implementan una sala situacional de seguimiento a la crisis, pero que al no coordinar con los encargados de operar o gestionar acciones, solo queda como un centro de información extraoficial.

Maduro sigue llevando el peso de la toma de decisiones y mide el  impacto de las medidas, no es solo cuánto significa el aprobar un nuevo bono, o  a quienes se beneficia, evalúa hasta la posibilidad de habilitar nuevos horarios para los expendios de alimentos o flexibilizar la regulación a los trenes.

Pues existe otra realidad que cabalga en paralelo a la pandemia y es la caída de los precios del crudo, lo que afecta mucho más al gobierno de Maduro víctima de las  sanciones económicas  internacionales; «lo que suma el problema de falta de combustible a los venezolanos».

En estas circunstancia pareciera una solución dar un paso para  congestionar o compartir poder, un escenario posible ante la posibilidad de que producto del caos social se devengan otras opciones que los dejen por fuera, o se caiga en un escenario de mayor inestabilidad e ingobernanza, fatal cuando transcurre esta pandemia del COVID-19.

La cual obliga a mantener un aislamiento social colectivo, que en medio de la conflictividad social y crisis política solo es posible, sin el uso de la fuerza, con un nivel de conciencia ciudadanía y una medidas sociales por parte del gobierno, que proteja al individuo no solo vulnerable a la infección sino a la crisis socio económica.

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