Trump adelantó el Día Nacional de Oración al pasado domingo 15 de marzo. “Oremos para que todos los afectados sientan la protección y el amor de Jesús. Con la ayuda de Dios venceremos esta amenaza”
“Es para mí un gran honor declarar el domingo 15 de marzo como Día Nacional de Oración. Somos un país que, a lo largo de nuestra historia, hemos acudido a Dios en busca de protección y fortaleza en tiempos tan difíciles como éstos…”.
Con este tuit, dado en la tarde del viernes 13 de marzo, tras declarar la emergencia nacional por el coronavirus, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adelantó –estaba prevista para el jueves 7 de mayo– el Día Nacional en que los estadounidenses son llamados a orar a Dios por la situación del pueblo. Luego lo anunció oficialmente en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
El virus, que ya se había cobrado en aquel momento en todo el mundo más de cinco mil vidas (las cifras crecen por horas) ha motivado el mensaje de Trump; quien añadió en su cuenta de tuiter que “no importando en donde se encuentre, como un acto de fe” cada estadounidense puede elevar una oración para que juntos pidan a Dios “prevalecer ante la amenaza de la pandemia”.
El presidente Trump asistió virtualmente a este Día de Oración mediante una transmisión en vivo del servicio de la iglesia de un pastor de Georgia, debido a que los templos en todo el país optaron por conectarse online para proteger a los feligreses mientras el coronavirus continúa propagándose.
El Día Nacional de Oración fue designado por el Congreso para pedirle al pueblo que “se vuelva a Dios en oración y meditación”. La ley moderna lo formalizó en 1952 y desde entonces, cada año, el presidente de Estados Unidos ha firmado una proclama alentando a todos los estadounidenses a orar en este día.
Cabe señalar que la observancia de la jornada de oración en otoño fue establecida por el presidente Abraham Lincoln como día oficial de Acción de Gracias en 1863. La observancia de primavera fue establecida, finalmente, por el presidente Harry S. Truman en 1952.
El equipo de organizadores del Día Nacional ha escrito que “no obstante muchas iglesias han suspendido sus servicios debido a la creciente preocupación y vulnerabilidad de la propagación del virus en grandes reuniones”; pero aunque no haya reuniones en los templos, «esperamos que esta llamada de oración brinde oportunidades para la oración unificada a medida que recurrimos a Dios en busca de esperanza, salud y curación”.