Expertos en materia climática descubrieron, hace un par de meses, la presencia de una “mancha caliente” (hot blob, por su traducción en inglés) en el Océano Pacífico, muy cerca de Nueva Zelanda.
La mancha, que desde octubre se ha estado acercando a América del Sur, ocupa un área gigantesca, casi del tamaño de Venezuela y, según BBC, de la mitad del tamaño de México.
El descubrimiento de la mancha coincidió con una ola de calor que ha causado “estragos” en Australia, mientras que la región norte de Norteamérica experimenta crudas tormentas de invierno.
La mancha se trataría de una zona del océano de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados en donde la temperatura es de 4 a 6°C más que en el resto de esa área. Los expertos están en proceso de determinar el efecto que podría tener este calentamiento del agua en la vida marina, sin embargo, hasta el momento, se desconocen mayores detalles.
Lo único de lo que se tiene certeza es que la mancha se está moviendo y las consecuencias podrían ser graves para el ecosistema, a pesar de que se estima que se disuelva antes de tocar alguna costa suramericana.