Con profundo tristeza por la pérdida física de un ser querido, pero con la alegría de la Pascua y la esperanza de la resurrección, el clero diocesano, familiares y amigos dieron el último adiós al sacerdote José Luis Jaimes González+, en la misa exequial presidida por el Obispo Mario Moronta en la Basílica de San Antonio del Táchira, este sábado en la tarde.
“Los sacerdotes somos pueblo y sufrimos los mismos dolores del pueblo”, expresó el Obispo de San Cristóbal colocando el ejemplo del padre José Luis Jaimes, quien en el padecimiento de su enfermedad crónica no conseguía en Venezuela los medicamentos ni la atención médica adecuada.
El sacerdote falleció el pasado 5 de abril en un hospital de la ciudad de Cúcuta (Colombia), al que tuvo que recurrir para recibir a las últimas cuidados médicas ante la gravedad de la enfermedad.
“Si Venezuela no viviera esta crisis, el padre José Luis no hubiera muerto en este momento. Él sufrió la misma situación que estas viviendo tantas personas del pueblo venezolano. Hay quienes quieren ocultar la realidad, pero ustedes son testigos de cómo un sacerdote es víctima un mal sistema de gobierno”, expresó el Obispo durante la ceremonia.
Monseñor Moronta también elevó una oración pidiendo a “Dios que toque el corazón de quienes tienen que tomar decisiones por el bien del pueblo venezolano”.
El Obispo agradeció a las personas e instituciones que realizaron gestos de solidaridad con el padre José Luis Jaimes durante su enfermedad. Y dirigió palabras de consuelo a sus familiares exhortándolos a vivir este difícil momento con fe, comunión y esperanza en Cristo resucitado.