Se trata de 24 inhibidores, que se espera que sean instalados en su totalidad a finales de este año en lugares no revelados.

Estados Unidos está a punto de desplegar un nuevo inhibidor terrestre de comunicaciones, diseñado para impedir que los satélites chinos o rusos transmitan información sobre las fuerzas estadounidenses durante un conflicto, reporta Bloomberg citando fuentes de la Fuerza Espacial.

De acuerdo con el medio, el Pentágono probó por primera vez el sistema a principios de 2024 en dos lugares diferentes, mientras que el control del mismo estaba en un tercer punto. Se trata de 24 inhibidores, que se espera que sean instalados en su totalidad a finales de este año en sitios no revelados.

Los nuevos terminales «son inhibidores de comunicaciones por satélite pequeños, transportables y de bajo costo, que pueden desplegarse en entornos austeros para proteger» a las fuerzas de EE.UU. Asimismo, aumentarán la capacidad de interferencia de los servicios tanto del Sistema de Contracomunicaciones, ya desplegado, como del denominado Meadowlands, cuya instalación se prevé para octubre.

La Fuerza Espacial asegura que los dispositivos tienen una función puramente defensiva y de enfoque limitado, pues no están destinados a proteger los satélites estadounidenses de las interferencias chinas o rusas, sino «a contrarrestar de forma responsable las capacidades de comunicación por satélite del adversario que permiten realizar ataques».

El general Stephen Whiting, jefe del Comando Espacial de EE. UU., sostuvo que es necesario entender lo que significa para las fuerzas estadounidenses el hecho de que China tenga «cientos y cientos de satélites en órbita diseñados para encontrar, fijar, rastrear, apuntar y potencialmente atacar» al país norteamericano y sus aliados en la zona Asia-Pacífico.

 

 

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