«La desinvitación a la misión de observación electoral de la Unión Europea (UE) es una señal muy negativa de lo que el régimen esté tramando», advirtió María Corina Machado en su comparecencia virtual ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos, reunida en sesión extraordinaria. La líder opositora venezolana se congratuló por el respaldo de los portavoces del Partido Popular, del PSOE y del PNV y además insistió en la presencia europea «para que el régimen reconsidere la revocación».
El chavismo dio marcha atrás a la invitación cursada a la UE, que incluso envió en abril una misión exploratoria para adecuar su participación el 28 de julio. El gobierno de Nicolás Maduro aprovechó que Bruselas decidió suspender las sanciones en contra de Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), para revocar la invitación con la excusa de que la medida no se realizó en favor del medio centenar de jerarcas, generales, colaboracionistas y jueces sancionados por violar los derechos humanos y conculcar el estado de derecho.
Machado aprovechó la situación para cursar una invitación al Senado español «para que puedan venir y ser testigos del evento cívico más importante de la historia contemporánea de Venezuela. Estamos decididos a llegar hasta el final: a hacer a Edmundo González Urrutia próximo presidente de Venezuela y defender cada uno de esos votos».
La líder opositora, que fue inhabilitada de forma ilegal e inconstitucional por la revolución, describió la importancia de lo que suceda en el proceso electoral venezolano, «que también tendrá impacto en la región y Occidente. (Maduro) mantiene vínculos cada vez más evidentes con Putin e Irán, que extienden sus operaciones desde aquí a toda la región. Si pretenden permanecer por la fuerza en el poder, la ola de la emigración será la más grande de la historia de Venezuela».
Hasta el momento han huido del país petrolero 8,8 millones de venezolanos, la mayor diáspora del siglo, por encima de la siria, la afgana y la ucraniana. «Si logramos llevar adelante esta transición, con esta inmensa unidad de cambio, el escenario es absolutamente el contrario: muchos venezolanos van a regresar a un país devastado pero dispuestos a reconstruirlos juntos», aseguró la dirigente liberal.
Las encuestadoras independientes certifican la ventaja que mantiene el embajador Edmundo González Urrutia sobre Maduro, al que duplica o triplica en todos los sondeos.
«Estoy conmovida y orgullosa, en los lugares más distantes de nuestro país hoy vemos que la gente sale, caminando horas y horas, sin gasolina, sin transporte público, sin medios de comunicación. Y todas las carreteras se llenan de gente que lleva a hijos y abuelos, en un proceso de reencuentro de la sociedad muy poderoso. Esto es una lucha existencial por la vida y espiritual por el bien», explicó Machado el fenómeno político y social que encabeza, una ola de fervor popular que desde la Venezuela más profunda ha llegado hasta los barrios más populares de Caracas.
Los tres portavoces que tomaron la palabra tras el mensaje de Machado coincidieron en su apoyo a los Acuerdos de Barbados entre gobierno y oposición. No obstante, el senador popular Íñigo Fernández García fustigó al gobierno por su «cierta tibieza, sin dudar de que haya buena voluntad» ante el régimen bolivariano. «Algo ata al PSOE que le impide comportarse con altura», aseguró Fernández, tras recordar el intento gubernamental de rebajar las sanciones personales a los jerarcas chavistas.
Por su parte, el senador socialista Gabriel Colomé lamentó la revocación de la invitación a la UE y mostró su alegría ante la «unidad de la oposición, primera vez que nos consta». Una posición que contrasta con la que mantiene el exjefe de gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien incluso mantiene su apoyo a uno de los candidatos satélite del chavismo.