La ciudad de Buffalo se preparaba para recibir otra nevada el martes mientras trataba de recuperarse de una descomunal tormenta invernal que mató por lo menos a 28 personas, dejó a otras varadas en sus autos y obligó al cierre de aeropuertos.
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó hasta 5 centímetros (2 pulgadas) de nieve en el condado Erie, que incluye a Buffalo, la segunda ciudad más grande del estado de Nueva York con unos 275.000 habitantes.
Si bien eso es poco comparado con los 1,2 metros (4 pies) de nieve que cayeron en otras partes del país, “toda nieve adicional que caiga en Buffalo tendrá un efecto significativo”, declaró el meteorólogo Bob Oravec.
“El mayor impacto que tendrá será la manera en que entorpecerá los intentos de despejar la nieve que cayó previamente”, indicó Oravec.
El resto de Estados Unidos seguía estremecido por la tormenta y se reportó de al menos otras 24 muertes en otras partes del país. Varias comunidades, desde Maine hasta el estado de Washington, seguían sin electricidad.
En Buffalo, los muertos fueron hallados en sus autos, viviendas o bancos de nieve. Algunos murieron cuando despejaban nieve, otros debido a que los cuerpos de rescate no pudieron llegar a tiempo para atender crisis médicas. El administrador del condado Mark Poloncarz catalogó la tormenta como “probablemente la peor en nuestras vidas”, incluso para una región donde las fuertes nevadas son comunes.
Fuente: Infobae