El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció este jueves el mayor plan de choque de su gobierno hasta la fecha para impulsar la vacunación contra la COVID-19; en un intento de frenar la expansión de la variante delta del coronavirus. Las medidas, indicó, afectarán a aproximadamente 100 millones de trabajadores estadounidenses, dos tercios de la fuerza laboral del país.

Más de 80 millones se verán afectados por el requisito de que todas las empresas con al menos 100 empleados deberán exigir a sus trabajadores que se vacunen, o que se sometan a test periódicos de COVID-19.

«El Departamento de Trabajo está desarrollando una norma de emergencia para exigir a todos los empleadores con 100 o más empleados, y que en conjunto emplean a más de 80 millones de trabajadores, que se aseguren de que su personal esté vacunado con la pauta completa, o de que los empleados muestren una prueba negativa al menos una vez a la semana», explicó el presidente.

I’m instructing the Department of Labor to require all employers with 100+ employees to ensure their workforce is fully vaccinated — or show a negative test at least once a week.

Some of the biggest companies have already required this: United, Disney, Tyson, and Fox News.

— President Biden (@POTUS) September 9, 2021

«En resumen, vamos a proteger a los trabajadores vacunados de los compañeros de trabajo no vacunados», dijo Biden durante un discurso en la Casa Blanca. «Mi trabajo como presidente es proteger a todos los estadounidenses», añadió.

Entre otras medidas para contener el repunte de contagios en el país, Biden anunció asimismo que ya firmó un decreto que establece la vacunación obligatoria de todos los empleados federales y de los contratistas del gobierno, un total de 2,1 millones de personas, que hasta ahora tenían la opción de no ser vacunados si se sometían a pruebas de covid-19 de manera regular.

«NUESTRA PACIENCIA SE ESTÁ AGOTANDO»

«Muchos de nosotros estamos frustrados con los casi 80 millones de estadounidenses que todavía no se han vacunado», afirmó Biden en su intervención de este jueves.

Los no vacunados equivalen a aproximadamente el 25% de los estadounidenses que cumplen los requisitos para inocularse contra la COVID-19. Sin embargo, en un país «tan grande» como EE.UU. una minoría como esa «puede causar mucho daño», y lo está haciendo.

Biden preguntó directamente a quienes se niegan a vacunarse «qué más necesitan ver» para confiar en que las vacunas son seguras; y lamentó que su reticencia esté multiplicando las hospitalizaciones y muertes por la variante Delta del coronavirus en el país.

«Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se está agotando, y su negativa [a vacunarse] ha tenido costes para todos», sentenció.

Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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