1. María Corina, Ledezma y Diego Arria manifiestan su respaldo a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, cargo que ocupa por aplicación del artículo 233 constitucional para cumplir la ruta trazada en el Estatuto para la Transición a la Democracia: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres
  2. En la estrategia planteada, lo primero, central e inmodificable, es el cese de la usurpación. El nuevo diálogo en Noruega, avalado por la corporación criminal de Nicolás Maduro, les sitúa en paridad con el gobierno legítimo de Guaidó y resultaría inaceptable que de allí surjan unas «elecciones democráticas». La legítima exigencia a Guaidó es que cierre definitivamente ese episodio en Noruega.
  3.  Sobre la mesa queda una sola y única opción real. Esa opción es la fuerza: combinación de fuerza institucional (AN, presidencia interina de Guaidó, TSJ como la combinación apropiada legítimo), la fuerza de movilización organizada de los venezolanos y la fuerza de una coalición internacional leal. Piden a Guaidó que centre su esfuerzo en construir esa alianza internacional necesaria.
  4. Habilidad propagandística de cubanos y rusos intenta posicionar que, de haber una intervención militar, tendría efectos inciertos por la supuesta existencia de fuerzas que se resistirían y generarían violencia e ingobernabilidad. Venezuela y la Fuerza Armada no controlada por los cubanos permanecen unidos contra el régimen.
  5. Venezuela ha hecho todo cuanto puede y sin una acción internacional decidida, real y a tiempo no podrá sacudirse el yugo criminal. Guaidó debe invocar el respaldo internacional, en especial de Colombia, Brasil, Estados Unidos y las Antillas Holandesas.

    Para Cerrar

    El éxito de Guaidó es el éxito de Venezuela y él es el presidente de todos los venezolanos, por encima de las directrices de cualquier partido o combinación de partidos. No se trata de un gobierno colegiado.

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