Pese a rechazar esta ayuda humanitaria, el régimen de Nicolás Maduro recooció este jueves su necesidad, tras haberla negado repetidamente. La vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, afirmó que entregará una lista de medicamentos para “asistencia técnico-humanitaria a través de la ONU de la cual puede disponer la UE”. Esa posibilidad busca la complicidad de Bruselas frente a Washington y se enmarca en una estrategia que intenta rebajar la presión. “Incluso en caso de que ellos no estén en esa capacidad de ofrecerla gratis, Venezuela está dispuesta a cancelar esa asistencia”, añadió. De un lado y de otro, todos buscan lo mismo: el apoyo de las Fuerzas Armadas. El presidente interino Juan Guaidó lleva semanas tratando de convencer a la cúpula militar, a los oficiales y a los soldados, quienes tendrán que decidir en definitiva si dejar entrar los cargamentos.
Busca una división en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), esencial para alcanzar el poder en Venezuela. Sin embargo, pese a un goteo más o menos constante de deserciones, el presidente del Parlamento todavía no se ha garantizado su apoyo. Mientras tanto, Maduro y su régimen, cada vez más solos en el tablero internacional, se emplean en exhibir en la inmensa mayoría de los actos públicos el respaldo de los uniformados a la causa. “Están aplicando el manual de la guerra psicológica para debilitar a nuestro país, a nuestro Estado, a nuestro pueblo y a nuestra FANB, porque subestiman la preparación, la firmeza moral y el carácter bolivariano de los militares venezolanos”, afirmó Maduro, quien fue más allá al dirigirse a las Fuerzas Armadas de Colombia. “Les hago un llamado a las fuerzas militares de Colombia”, dijo el mandatario, “para que alcen su voz frente a Iván Duque que los quiere llevar a una guerra”.
Fuente: Noticias JR.