Xavier Manrique y Axel Castellanos han colaborado sin descanso para atender a sus vecinos y a la comunidad, a pesar de haber perdido sus pertenencias en las inundaciones.
Dos venezolanos fueron condecorados por el Ejército de España con el distintivo «Legionario por salvamento, rescate y valor» por su valiosa ayuda en las labores de rescate tras las desbastadoras inundaciones ocurridas en Valencia.
El Nacional
Desde el primer día de la tragedia, Xavier Manrique y Axel Castellanos han colaborado sin descanso para atender a sus vecinos y a la comunidad. A pesar de haber perdido sus pertenencias en las inundaciones, han demostrado solidaridad y compromiso.
La DANA golpeó con fuerza la Comunidad Valenciana y dejó a su paso una estela de destrucción y más de 200 muertos, así como numerosas personas desaparecidas.
Manrique y Castellanos se sumaron a las labores de rescate y se ganaron el respeto de la comunidad y de las autoridades, quienes les otorgaron el botón dorado de reconocimiento.
La colaboración de estos dos venezolanos resonó en redes sociales, donde las imágenes del momento en el que recibieron el botón dorado se volvieron virales.
«Perdí todo, pero yo empiezo de cero otra vez»
Según declaraciones de Livia Rojas, tía de Xavier Manrique, su sobrino ha trabajado incansablemente desde el primer día de la catástrofe, ayudando a evacuar a personas y a limpiar las calles.
«Es mi sobrino Xavier y desde el día de la tragedia están ayudando a sus vecinos y su comunidad no ha parado ni un instante. Tuvo que subir a su hija de 5 años y su mujer embarazada al último piso de su edificio y ahí pasaron la noche hasta que todo pasó», contó.
Rojas dijo que, al día siguiente, caminó 8 kilómetros para conseguir comida y agua para su familia y unos ancianos que viven solos en su edificio. Luego, se puso a limpiar las calles y mover los vehículos para despejar.
«Sin dejar que el cansancio lo venciera, al siguiente día camino 10 kilómetros para conseguir una bomba de desagüe para sacar el agua de los sótanos donde se encuentran los carros. Perdió todo su carro, su moto y la furgoneta de su trabajo», señaló.
Manrique, según relata Rojas, le expresó: «Tía, perdí todo, pero no importa, yo empiezo de cero otra vez, lo importante es que mi familia está bien y estoy ayudando a mi comunidad».
«Lo que me dijo me arrugó el corazón pero también me llenó de orgullo. Eso no tiene precio. No descansa, duerme poco y sigue buscando víctimas o sobrevivientes», manifestó la tía.