El presidente de Argentina, Alberto Fernández, exigió este miércoles, durante su último informe de gestión ante la Asamblea Legislativa, que la justicia investigue y condene a los autores intelectuales y materiales del atentado que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner sufrió el año pasado.

«Le pido a la justicia que actúe con la misma premura con la que archiva causas en las que jueces fiscales o empresarios poderosos asoman como imputados», convocó en un mensaje en el que también criticó el irregular proceso judicial que culminó con una condena a Fernández de Kirchner por corrupción.

Fernández inauguró este miércoles el periodo ordinario de sesiones del Congreso, ceremonia en la que, anualmente, el presidente de turno realiza balances y anuncios de su Gobierno.

En este caso, se trató del cuarto y último discurso del mandatario ante el Congreso, ya que en octubre próximo habrá elecciones presidenciales y dejará el cargo en diciembre. Por eso, la apertura legislativa quedó enmarcada en el clima electoral que predomina en el país y que incluye la posibilidad de que Fernández busque la reelección.

Durante la primera parte de su discurso, el presidente lanzó fuertes críticas al Poder Judicial y a la prensa opositora, y celebró los 40 años de democracia ininterrumpida que Argentina cumplirá en 2023.

«Hemos soportado una sistemática acción de desinformación (…), ese cerco informativo fue muy difícil de eludir dados los niveles de concentración que existen en nuestro sistema de medios. Muchos de esos medios expresan intereses económicos y políticos opositores al gobierno que ocultan o tergiversan información», denunció.

El presidente recordó que durante su Gobierno nadie ha sido censurado, acallado o castigado, ya que todos y todas tienen derecho a opinar.

«El problema es que hemos visto la tergiversación de la realidad de manera intencional y, lo que es peor, hemos visto mentir con total impudicia. Existe absoluta libertad de prensa y así debe ser, solo estoy advirtiendo sobre los argumentos que muchas veces son intelectualmente deshonestos y cargados de odio», añadió.

Disputas

Al recordar que Argentina cumplirá el periodo más largo de su vida democrática, Fernández pidió un reconocimiento a todos los actores sociales que lograron sostener la institucionalidad en un país que durante décadas estuvo asolado por golpes de Estado.

En particular, homenajeó a los combatientes de la Guerra de Malvinas y a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, pero también advirtió que el atentado contra Fernández de Kirchner opaca la conmemoración.

«En este instante de revalorización de la democracia, quiero señalar, que seis meses, estuvimos frente a uno de los episodios más desgraciados vividos en estos 40 años, como fue el inteto de asesinato de nuestra vicepresidenta», advirtió.

El discurso generó una amplia expectativa debido a que representó el reencuentro entre el presidente y la vicepresidenta, quienes desde hace meses sostienen una dura pelea en la coalición gobernante Frente de Todos.

De hecho, desde el kirchnerismo le han exigido a Fernández que renuncie a buscar la reelección y lo han acusado de ser demasiado «moderado».

En una respuesta directa a esa disputa interna, el presidente dedicó parte de su discurso a presumir que, gracias a su moderación, logró renegociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), enfrentar la pandemia, conseguir vacunas y apoyar la democracia en la región.

«Soy el que está al lado de Cristina cuando es perseguida injustamente y el que reclama y hace lo republicanamente posible para que la justicia argentina vuelva a abrazar el derecho y deje de servir a factores de poder persiguiendo a quienes representan el pensamiento popular», afirmó.

Mercosur y la economía

Fernández subrayó la importancia de la alianza que mantienen Argentina y Brasil, ya que contribuyen tanto a la paz como al desarrollo y la integración regional.

«Juntos construimos al Mercosur, un corazón que deseamos que sea cada vez más potente en términos de comercio entre los socios y de impulso al comercio con otros países y bloques de América Latina y el Caribe«, dijo al cuestionar las tensiones que ha habido en el bloque, sobre todo por la intención del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, de firmar acuerdos de manera individual.

«Juntos, Brasil y Argentina vamos a desarrollar cada vez más todas las instancias de integración, nunca dejamos de hacerlo, incluso cuando se nos provocó para que rompiéramos el Mercosur. ¿Cómo no vamos a seguir por este camino ahora que en Brasil gobierna una coalición encabezada por uno de los más grandes líderes de la historia que es, además, un inquebrantable amigo de la Argentina y que se llama Luiz Inacio Lula da Silva», señaló.

Por otra parte, celebró que en 2023, su último año de GobiernoArgentina será uno de los países con mayor crecimiento económico de todo el mundo, lo que no ocurría desde 2008.

«A pesar de los cataclismos tantas veces anunciados, continuamos ordenando nuestra economía, lo estamos haciendo con esfuerzo de todas y todos en el gobierno pero quiero y agradecer publicamente aquí el compromiso de Sergio Massa», afirmó en referencia al ministro de Economía, que también es uno de los precandidatos presidenciales del oficialismo.

Contra la JusticiaEn la recta final de su discurso, el presidente retomó los cuestionamientos al sistema judicial, en particular a la Corte Suprema, a la que acusó de intervenir indebidamente para favorecer con recursos públicos a la ciudad de Buenos Aires, que es el distrito más rico del país y hace 16 años está gobernado por la derecha, en detrimento de otras regiones más postergadas.

«La intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es definitivamente inadmisible», dijo en uno de los momentos más tensos de la sesión, ya que las bancadas opositoras comenzaron a abuchearlo y a insultarlo, a lo que Fernández respondió elevando el tono de voz y leyendo su discurso a gritos.

Más tarde, aseguró que el Poder Judicial hace tiempo que no cuenta con la confianza pública, no funciona eficazmente y no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes fácticos y políticos.

También denunció que tanto el Ejecutivo como el Legislativo han padecido el entrometimiento de una justicia que viola la división de poderes. «La gravedad institucional que todo eso supone es mayúscula», dijo en medio del juicio político que él mismo promovió contra los miembros de la Corte Suprema.

«No hay ningún ataque ni embestida contra la Justicia. Se solicita que se revise con todas las garantías y en las instancias que corresponde el desempeño de los magistrados que conforman la Corte», agregó.

El mandatario recordó el escándalo que estalló el año pasado, cuando un viaje que realizaron jueces, fiscales y funcionarios dio indicios de la presunta alianza entre miembros del Poder Judicial, medios de comunicación y políticos de la oposición y que, entre otros muchos casos, se tradujo en una condena judicial contra la vicepresidenta.

«En varias ocasiones, este accionar fue apuntalado por los servicios de inteligencia y seguridad (…) Hace unos meses esta organización coronó su actuación con una condena en primera instancia a la vicepresidenta de la Nación. Lo hicieron tras simular un juicio en el que no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso y se formularon imputaciones que rayan con el absurdo jurídico buscando su inhabilitación política», denunció.

Fuente: Actualidad RT

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