El presidente francés Emmanuel Macron prometió reducir el número de soldados franceses en África en virtud de una “nueva alianza de seguridad” con las naciones involucradas e implementar políticas económicas más ambiciosas, con el fin de impulsar la menguante influencia de Francia en el continente.
Durante un discurso en el palacio presidencial del Elíseo, antes de emprender un viaje el miércoles a Gabón, Angola, la República Democrática del Congo y el Congo, Macron dijo que Francia debe dejar de interferir en las partes de África que alguna vez gobernó como una potencia colonizadora, y afirmó que el continente ya no es su “patio trasero”.
“Hay otro camino”, comentó. “Dirigirnos a las naciones africanas como socios con los que compartimos intereses y responsabilidades equilibradas y recíprocas”.
Prometió una “nueva alianza de seguridad” con una menor cantidad de soldados franceses en el continente.
Macron dijo que las bases del ejército francés no dejarán de operar, sino que se transformarán en función de las necesidades expresadas por los socios africanos.
“Nuestro modelo ya no debe ser más bases militares como las que tenemos ahora”, dijo. “Mañana, nuestra presencia (militar) pasará por bases, escuelas, academias, que serán gestionadas conjuntamente” por personal francés y africano.
“Y lo digo muy claramente: El papel de Francia no es arreglar todos los problemas de África”, puntualizó el mandatario.
La influencia de Francia en el continente enfrenta sus desafíos más grandes en décadas. El creciente sentimiento antifrancés ha provocado protestas callejeras en varios países de África Occidental y Septentrional.
Además, los históricos vínculos económicos que Francia tuvo con la región se están viendo amenazados por la creciente presencia comercial de Rusia, China y Turquía.
Macron reconoció que África es ahora un “campo competitivo” y exhortó a las empresas francesas a “despertar” y meterse en la pelea.
En el último año, las tropas francesas tuvieron que retirarse de Malí, que recurrió en su lugar a contratistas militares privados rusos del Grupo Wagner, y más recientemente de Burkina Faso, que también parece mirar cada vez más hacia Moscú.
Fuente: Unión Tribune