Cientos de manifestantes irrumpieron en el Parlamento de Surinam, rompieron ventanas y saquearon comercios cercanos el viernes como parte de protestas por los precios elevados del combustible y la electricidad en la nación sudamericana.

En la capital, Paramaribo, los manifestantes rebasaron a la policía, que había lanzado gases lacrimógenos para intentar controlar a la multitud. No se sabía de momento si había heridos por el tumulto.

Los manifestantes exigían la dimisión del presidente Chandrikapersad Santokhi, quien recientemente puso fin a los subsidios del gobierno al combustible y a la electricidad por recomendación del Fondo Monetario Internacional.

Los manifestantes también protestaron por la inflación que afecta otros productos básicos y por el debilitamiento del dólar surinamés.

Las autoridades condenaron los ataques y afirmaron que los responsables serían llevados ante la justicia.

“El gobierno respeta el derecho de todos a protestar, pero no tolerará acciones como las que se han manifestado hoy”, declaró el gobierno de Santokhi en un breve comunicado.

Al menos dos sindicatos de trabajadores convocaron a huelgas que provocaron el cierre de bancos, puertos y escuelas. La protesta en la capital terminó el viernes por la tarde, y la calma volvió a las calles.

El cambio en la política de subsidios también ha provocado agitación en el seno del gobierno.

El miércoles, miembros del Partido Nacional de Surinam se retiraron de la coalición gobernante de Santokhi, que pertenece al Partido de la Reforma Progresista.

El viernes, los manifestantes también exigieron la dimisión del vicepresidente Ronnie Brunswijk, del Partido de Liberación General y Desarrollo.

 

 

 

Fuente: Unión Tribune

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