Las condiciones meteorológicas complicaban el miércoles el combate de 84 incendios forestales descontrolados que afectan al centro sur de Chile y que representan una amenaza inminente a la vida de las personas porque se están expandiendo.

Los siniestros forestales estallaron hace una semana en el centro sur chileno y han arrasado con más de 310.000 hectáreas y 1.180 viviendas y ocasionado lesiones variadas a poco más de 2.000 personas.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, estimó que los incendios activos en el país son 311 –10 más que el martes—de los cuales 180 están controlados y 84 están fuera de control –15 más que en la víspera– y se están expandiendo.

Agregó que “estamos entrando en esta parte de la semana que es la más compleja”, entre el miércoles y el viernes, debido a una nueva ola de calor pronosticada por la Dirección Meteorológica de Chile.

Siete de las 16 regiones chilenas están bajo una alerta preventiva porque las altas temperaturas aumentan el riesgo de incendios forestales. Los pronósticos indican que el jueves el calor bordeará los 37 grados Celcius. Entre ellas están Ñuble y Biobío, las más afectadas por los siniestros y el área donde se ubica la capital.

En el Biobío, unos 600 kilómetros al sur de la capital chilena, se ubica el incendio más grande, con una superficie de 100 kilómetros, según indicó el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García.

Tohá rectificó la cifra de fallecidos e informó que son 24, dos menos de los 26 muertos de los que informó el lunes por el gobierno. Precisó que el error se debió a que un par de personas fallecidas fueron contadas dos veces.

En las zonas bajo fuego predominan las actividades forestal, agrícola y ganadera, y los daños, por ahora, son incalculables.

El país sudamericano ha recibido ayuda de varios países de la región y de Europa para combatir las llamas. El miércoles se sumaron 150 brigadistas mexicanos que se unieron a igual cantidad de sus compatriotas que están en terreno desde comienzos de semana, al igual que 65 argentinos y 50 españoles.

Tohá indicó que el jueves se sumarán 75 bomberos provenientes de Colombia y Venezuela. Y que hay conversaciones con Portugal, mientras Francia informó que enviará 80 hombres.

Algunas de las mayores esperanzas en el control del fuego estaban centradas en el avión estadounidense Ten Tanker, que con cada descarga deja caer 36.000 litros de agua sobre las llamas, pero el martes sufrió un desperfecto en una de sus válvulas. La pieza está en vuelo desde Estados Unidos con lo que la aeronave no estará operativa antes del sábado, informó la Corporación Nacional Forestal.

Tohá desdramatizó la situación porque, añadió, en el país hay una flota de 122 aviones dedicados al combate de los incendios, de los cuales 107 están operando en el centro sur.

 

 

 

 

 

Fuente: Unión Tribune

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