Al menos 400 manifestantes han sido condenados a penas de prisión, solo en Teherán, por su implicación en las protestas desatadas en Irán por la muerte de la joven kurda de 22 años Mahsa Amini, el pasado 16 de septiembre, tras ser detenida tres días antes por la policía de la moral por llevar mal colocado el velo.
El fiscal de la capital iraní, Ali Alqasí Mehr, informó este martes de las penas de prisión contra 400 “alborotadores” —así define a los manifestantes el régimen iraní—, de los cuales 160 han sido condenados a entre 5 y 10 años de cárcel; 80 a entre 2 y 5 cinco años y otros 160 a pasar hasta 2 años entre rejas, según recoge la agencia oficial IRNA.
Mehr indicó además que otras 70 personas han sido condenadas a pagar multas, aunque no precisó su cuantía. Los datos divulgados este martes por el fiscal se refieren solo a Teherán y se desconoce cuántas personas han sido condenadas a prisión por participar en las manifestaciones en otras regiones del país.
Las protestas comenzaron por la muerte bajo custodia policial de la joven Amini, pero pronto los manifestantes ampliaron sus críticas hasta pedir el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
Durante las movilizaciones, al menos 2.000 personas han sido acusadas de diversos delitos. Estos manifestantes son solo una parte de los entre 14.000 iraníes, según Naciones Unidas, y 18.000, según organizaciones iraníes de derechos humanos, que han sido detenidos por manifestarse contra las autoridades. De ellos, al menos 11 han sido condenados a muerte. Hasta ahora, Irán ha ejecutado a dos presos, ambos de 23 años, por participar en las protestas. El último, Majid Reza Rahnavard, fue ahorcado este lunes en público en la ciudad de Mashad, a unos 900 kilómetros al este de Teherán.
Diversas organizaciones de derechos humanos, entre ellas, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, así como ONG iraníes en el exilio, han denunciado los juicios como “farsas” y “una venganza”. Estas organizaciones sostienen que durante estos juicios no se han respetado las garantías procesales ni la presunción de inocencia de los acusados.
En los casi tres meses que duran ya las protestas, al menos 458 personas han muerto por la represión, según la ONG iraní con sede en Oslo, Iran Human Rights. Esta represión ha provocado duras condenas internacionales y sanciones de los países occidentales.
Este lunes, la Unión Europea aprobó una tercera ronda de sanciones contra Irán no solo por reprimir a los manifestantes, sino también por proporcionar armas, sobre todo drones, a Rusia, que los está utilizando en la guerra de Ucrania. Bruselas incluyó en su lista de sancionados a 20 individuos, entre ellos a periodistas y generales de la Guardia Revolucionaria, el ejército paralelo al regular creado para proteger a la República Islámica, y la radiotelevisión iraní.
Fuente: El Pais