Las autoridades de Bangladesh elevaron este sábado a 21 el número de muertos, incluyendo seis refugiados rohinyás, en el distrito sureño de Cox’s Bazar tras una semana de fuertes lluvias que han afectado a los campamentos donde reside la perseguida minoría étnica birmana.

Las lluvias también han causado miles de desplazados y numerosos daños en las infraestructuras.

Al menos 518 localidades se han visto afectadas por las inundaciones y deslizamientos de tierra causadas por las lluvias torrenciales; dijo a Efe el administrador del distrito de Teknaf, Mamunur Rashid, quien confirmó el balance de víctimas.

Mohammad Mamun, empleado en una ONG local en Rangikhali, añadió a Efe que las lluvias han causado además daños a viviendas y carreteras.

«La mayoría de las viviendas de la zona están hechas de barro y han sido dañadas. El nivel del agua ha comenzado a descender hoy pero la situación todavía es muy precaria», dijo.

REFUGIADOS AFECTADOS

Unas 3.800 viviendas en los que habitan más de 21.000 refugiados rohinyás han sido también destruidos o dañados; dijo hoy el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados(ACNUR) en un comunicado.

Más de 13.000 refugiados se han visto desplazados por las lluvias, añadió ACNUR, que advirtió de que las lluvias continuarán en los próximos días.

La Organización Internacional para la Migración de la ONU (OIM) señaló a principios de julio que estaba evaluando el riesgo de deslizamientos de tierra; fortaleciendo las redes de drenaje, instalando medidas de protección de pendientes y mejorando las vías clave.

La OIM aseguró además que, junto a otras organizaciones humanitarias, ha trabajado en la capacitación y equipamiento de diez equipos médicos móviles; y 350 trabajadores de salud comunitarios para actuar como primeros socorristas; mientras que once ambulancias se mantendrían listas para cualquier emergencia.

Al menos 738.000 rohinyás han huido a Bangladesh desde el 25 de agosto de 2017 por la ola de violencia desatada en Birmania; donde el Ejército llevó a cabo una campaña militar en respuesta a un ataque de un grupo de insurgentes rohinyás contra puestos policiales.

Esta operación militar de las fuerzas birmanas ha sido catalogada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos como un «caso de libro de limpieza étnica».

Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
NOTIEXPRESSCOLOR . COM

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