Colombia se quejó con el Gobierno haitiano por el trato que están recibiendo los 18 colombianos implicados presuntamente en el magnicidio del presidente Jovenel Moïse y le exigió que les garantice la vida y el debido proceso, según una carta diplomática difundida este viernes (30.07.2021).
«Le recuerdo a su Gobierno que tiene la obligación moral y legal de proteger a los detenidos que están bajo su jurisdicción», escribió la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez en la misiva dirigida al embajador haitiano en Bogotá, Jean Mary Exil. Una misión consular que estuvo en pasados días en Puerto Príncipe «evidenció irregularidades» en el proceso que sigue contra el grupo de mercenarios por su participación en el asesinato de Moïse el 7 de julio.
Algunos incluso «sufrieron heridas» durante su detención, y no han recibido una adecuada atención médica ni se les han garantizado condiciones humanitarias, afirmó la Cancillería. Asimismo, denunció que a ninguno de los colombianos bajo arresto en Haití le han asignado un «abogado de oficio».
«Demandamos que se investiguen y sancionen a los autores de estas conductas lesivas de sus derechos», apuntó Ramírez en su carta y añadió que el Gobierno colombiano quiere que se «esclarezca el crimen y se castigue a los responsables», respetando el «debido proceso a los detenidos».
Martine Moïse considera postularse a la Presidencia de Haití
Por su parte, Martine Moïse -la viuda del presidente haitiano- dio una entrevista publicada por The New York Times, en la que habla por primera vez del magnicidio, en la que declaró que está considerando «seriamente» postularse a la Presidencia una vez que se someta a más cirugías en el brazo, herido durante el ataque. «El presidente Jovenel tenía una visión», subrayó, «y nosotros los haitianos no vamos a dejar que muera».
En la entrevista, argumentó que las personas que están detrás del magnicidio aún no han salido a la luz pese al alto número de detenciones que se han llevado a cabo y apuntó a «oligarcas» haitianos como responsables. «Solo los oligarcas y el sistema podían matarlo», asegura Moïse, que habló con el periódico estadounidense en Florida con la condición de que no se revelara su paradero exacto.
Sobre el magnicidio, Moïse contó que ella y su esposo estaban durmiendo cuando los despertó el sonido de disparos. Según rememoró, inmediatamente fue a despertar a sus hijos y les dijo que se escondieran en un baño, mientras el presidente pedía ayuda a través de su teléfono a dos responsables de su equipo de seguridad, Dimitri Hérard y Jean Laguel Civil, que ahora están bajo custodia de las autoridades.
Según explicó, los sicarios que asesinaron al presidente hablaban exclusivamente en español y vio que escudriñaron en la estancia hasta que encontraron algo que buscaban en un estante en el que su esposo guardaba los archivos. Sobre las investigaciones, Moïse se mostró complacida por la detención de varios sospechosos, pero insistió en la necesidad de saber quién financió realmente la operación.
En su opinión, el rastro del dinero llevará a «oligarcas» de Haití con los que su esposo estaba enfrentado y mencionó en concreto al empresario Reginald Boulous como alguien que podía beneficiarse con la muerte del presidente, aunque evitó acusarlo directamente de haber ordenado el asesinato. En declaraciones al Times, Boulous negó tener ningún vínculo con el magnicidio y defendió que, además, sus aspiraciones políticas han resultado dañadas con la muerte de Moïse, pues la oposición a su Administración era su principal baza.
Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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