El Informe Mundial sobre las Drogas de Naciones Unidas, difundido este jueves (24.6.2021) en Viena, estima que alrededor de medio millón de personas murieron en 2019 por causas directamente relacionadas con el consumo de drogas, una cifra similar a las de 2018, pero el doble que hace una década. En ese período, también se ha incrementado un 22 por ciento el consumo. Según la ONU, el aumento de muertes se debe a que «el consumo de drogas se ha vuelto más dañino», ya que hay más disponibles y son más potentes.
Las drogas más letales son los opioides, como la heroína, responsables de muertes por sobredosis y vinculadas a enfermedades como el VIH o la hepatitis C. El aumento de los fallecimientos se debe también al gran incremento de las sobredosis atribuidas al uso de opioides sintéticos como el fentanilo. Solo en EE. UU. se registraron en 2019 alrededor de 50.000 muertes por sobredosis por ese tipo de estupefacientes.
El informe de la ONU señala que en 2019, el último año del que se aportan datos, unos 20 millones de personas consumieron cocaína. Eso supone un 0,4 por ciento de la población mundial, un porcentaje sin cambios desde hace diez años, aunque en términos absolutos ha crecido un 22 por ciento en una década debido al aumento de la población total.
Menos cultivos de hoja de coca
El informe de la ONU ha detectado importantes cambios en el mercado de la cocaína. Por un lado, en el año 2019 se produjo una caída del 5 por ciento en el cultivo de hoja de coca, la primera en cinco años, especialmente por un importante descenso en Colombia, que sigue siendo, con diferencia, la principal fuente de esta droga del mundo. La superficie cultivada se mantuvo sin cambios en Perú y se redujo en Bolivia.Pese a ello, el reporte advierte de que la crisis económica generada por la pandemia puede provocar que muchos agricultores en la región se vean forzados a volver o seguir cultivando coca.
Paralelamente a la caída del cultivo, la producción de cocaína se ha duplicado entre 2014 y 2019, hasta un récord de 1.784 toneladas. El análisis de las aguas residuales indica un aumento de la cantidad de cocaína consumida en Europa, uno de los dos principales mercados, junto a Estados Unidos. «Todo ello apunta a un aumento en toda la cadena de suministro de cocaína», se afirma en el informe.
Competencia entre bandas
Pero, además, la ONU señala que nuevos grupos criminales están entrando en el negocio del tráfico de cocaína desde Sudamérica a Europa, controlado por organizaciones italianas a través de alianzas con bandas en España y Colombia. «Ahora, sin embargo, organizaciones de los Balcanes están involucrándose cada vez más en el tráfico y el suministro, y están suprimiendo intermediarios y abasteciendo cocaína directamente desde las zonas de producción en la región andina», afirma el reporte. Esta creciente competencia, explica ese organismo de la ONU, provoca que haya más cocaína disponible y de mayor calidad.
Más consumo y consumidores
Un acceso más fácil a esa droga provocará, probablemente, tanto un aumento del número de consumidores, como de la cantidad que usan quienes toman ya esa droga. Para evitar eso será necesario «una sólida inversión en el tratamiento y la prevención del uso de drogas», alerta el reporte. También sería necesario aumentar la cooperación judicial y policial entre Europa y América para atacar a las redes criminales.
Además, hay que reforzar el control ante las nuevas estrategias para mover la droga desarrolladas por las redes criminales en respuesta a las restricciones a los vuelos comerciales provocadas por la pandemia. La ONUDD habla, por ejemplo, de cómo ha aumentado el uso de aviones ligeros para transportar cocaína desde Latinoamérica durante la pandemia, o el creciente tráfico a través de la Hidrovía Paraná-Paraguay. Así, pide tanto más control de las licencias de piloto o la compra de fuel de aviación y vigilancia en los puertos que conectan varios países con el Atlántico.
Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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