El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció este jueves que existe “una persecución política” luego de que la justicia de ese país decidiera llamarlo a juicio por su supuesta vinculación en el secuestro de un opositor a su entonces gobierno en 2012 en Colombia.
“Como no nos pueden ganar en las urnas, como no nos pueden derrotar, buscan todas estas excusas tremendamente graves, porque estos son delitos internacionales, (es una) persecución política”, afirmó el exmandatario nacional en una entrevista con la AFP en Bélgica, donde reside desde 2017.
Correa enfrenta una orden de prisión preventiva, por la cual solo podrá ser enjuiciado si es detenido o si decide presentarse ante el tribunal, puesto que la ley prohíbe que sea juzgado en ausencia por dicho delito, que puede ser castigado con hasta siete años de cárcel
De acuerdo con el exjefe de Estado, la medida judicial esta minada de “irregularidades”, razón por la que destacó “no tiene ningún futuro”. En este sentido, resaltó que con referida acción solo quieren tenerlo exiliado por siete u ochos años, fecha en la que prescribe, y “tenerme fuera del país para la próxima campaña (electoral), en marzo de 2019”.
Desde Bélgica, país de origen de su esposa, Correa rechaza cualquier participación en tales hechos y culpa a su vicepresidente de 2007 a 2013, y actual presidente de Ecuador, Lenín Moreno, de organizar un complot en su contra.
Al ser consultado sobre un eventual retorno para enfrentar el juicio, el expresidente ecuatoriano lo descarta pues considera que sería “regresar para que te masacren con la injusticia que vive el país”. “Todo está tomado. Ecuador tiene un golpe de Estado. No tenemos Corte Constitucional, la destituyeron”.