Es el anuncio que muchos estaban esperando.
El Partido Comunista de China propuso eliminar el límite de dos mandatos para el presidente, una medida que le permitirá al actual mandatario, Xi Jinping, mantenerse en el poder más allá de su segundo período, el que termina en 2023.
La propuesta, anunciada este domingo por la agencia estatal Xinhua, todavía tiene que ser aprobada por el parlamento chino.
Pero nadie duda del voto favorable del Congreso Nacional del Pueblo, que empezará un nuevo período de sesiones el próximo 5 de marco.
Después de todo, como explica Celia Hatton, editora del pacífico asiático del Servicio Mundial de la BBC, Xi Jinping, se ha convertido en la figura dominante de la política china y cuenta con la lealtad de todas las facciones del partido gobernante, el ejército y la élite empresarial.
Y eso «lo ha convertido en el líder más poderoso del país desde Mao Zedong», afirma Hatton.
Xi es el líder más poderoso de China desde Mao Zedong / AFP
La foto de Xi -cuenta Hatton- aparece regularmente en carteles por todo el país, y su apodo autorizado -«Papa Xi»- aparece en canciones oficiales.
Se estima que la semana pasada unos 800 millones de sus conciudadanos sintonizaron la gala anual en celebración del nuevo año lunar chino, que también marcó el inicio de la «nueva era del pensamiento chino» promovida por Xi.
Y si durante décadas, el Partido Comunista de China fue el que dominó la vida en el país, ahora es Xi Jinping quien ocupa esa lugar, opacando al partido que lo llevó al poder.
Hombre de cambios
En el pasado, el hombre a la cabeza del partido estaba al mando por un período limitado de tiempo y cada líder entregaba obedientemente el poder a su sucesor después de una década.
«Pero Xi Jinping empezó a cambiar las cosas desde el inicio de su mandato», destaca Hatton.
Xi ha logrado opacar al propio Partido Comunista de China / AFP
Xi rápidamente impulsó una campaña anticorrupción que disciplinó a más un millón de miembros del partido por corrupción, generalmente por aceptar sobornos o por mal manejo de recursos públicos.
Convenientemente, la misma campaña eliminó a sus principales rivalespolíticos, y acalló y sometió a los indecisos.
El mandatario también demostró tener una visión política clara desde el inicio, promoviendo grades proyectos nacionales con iniciativas internacionales como la nueva ruta de la seda y anunciando grandes planes para acabar con la pobreza del país antes de 2020.
Además, se especulaba desde hace tiempo que podía presionar para seguir como presidente, pues Xi es tan poderoso que era difícil imaginar quién podría sucederlo dentro de cinco años.
«De hecho, el liderazgo había estado preparando el terreno para este anuncio: en una importante reunión del partido celebrada en octubre pasado, Xi desafió la tradición al no nombrar a un sucesor obvio», apunta Hatton.
¿Hasta cuándo?
Por lo pronto, no está claro hasta cuándo el actual mandatario podría permanecer en el poder.
Pero en un editorial del diario estatal Global Times se afirma que el cambio «no significa que el presidente chino tendrá un mandato vitalicio».
Hay quienes temen que Xi pueda convertirse en una especia de «emperador vitalicio» / Reuters
El periódico también citó a Su Wie, un académico y miembro del Partido Comunista, que dijo que la decisión era significativa porque China necesitaba «de un liderazgo estable, fuerte y consistente» de 2020 a 2035.
Pero el mayor poder que adquiriría Xi también ha alarmado a algunos observadores.
«Creo que se va a convertir en emperador de por vida», le dijo a la agencia AFP Willy Lam, profesor de ciencias políticas de la Universidad China de Hong Kong.