Un pasado de seductor que se ocultó durante años, un hijo popular cuya fotogénica familia amenaza con hacerle sombra y un sinfín de filtraciones sobre su vida privada: el rey emérito Juan Carlos I de España puede empatizar con el británico Carlos III.
El exjefe del Estado español abdicó tras caer en desgracia en 2014. Su historia sirve como advertencia para cualquier monarca europeo que quiera que su legado sean sus logros en el trono y no las habladurías.
“Vive del sexo, el dinero y el poder, las tres dimensiones de todos los problemas de la humanidad”, dijo Álvaro de Cózar, periodista de investigación que escribió y dirigió “Ex-Rey”, un popular podcast sobre la accidentada vida de Juan Carlos, de 85 años. “Es una trama muy shakespiriana”.
El rey emérito se ha convertido en objeto de franca hostilidad en algunos sectores de la sociedad española tras su reciente segunda visita desde el exilio en Abu Dabi. Atrás quedaron los días en los que una prensa complaciente ocultaba su larga sucesión de indiscreciones y relaciones extramatrimoniales, y algunos incluso plantean si es hora de que España tenga su tercera república en los últimos 150 años.
Juan Carlos I no asistirá a la coronación de Carlos III, según ha confirmado la casa real española, y una comida que se había anunciado el mes pasado con el monarca británico fue cancelada con discreción.
Fuente: LA Times