Después de 51 años de frases como “¡Chusma, chusma, pfff!”, “¿Quieres? ¡Compra!”, “No me simpatizas” y “Te voy a acusar con mi mamá”, otro integrante se despide de la vecindad del Chavo del 8, ya que el actor Carlos Villagrán reveló que está por decir adiós a Kiko.
El mexicano comenzó a interpretar a Kiko en 1971 con la llegada del Chavo del 8, programa de Roberto Gómez Bolaños, «Chespirito». Su personaje es un niño que viste un traje de marinero, es demasiado consentido por su madre (doña Florinda) y se encarga de presumir sus juguetes nuevos ante el resto de los niños de la vecindad, aunque en el fondo suele mostrar buenos sentimientos.
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A pocos días de su cumpleaños, el actor de 78 años reveló que dejará de interpretar a Kiko. El anuncio se dio en una entrevista que dio al programa Hoy Día durante una conferencia de prensa:
“Llegó el momento de decirle adiós a la gente, adiós a todo el mundo (…) Por mi edad, por respeto a mí, por respeto a la gente, por respeto a todo el mundo. Tengo la edad para retirarme”
“Es la Gira del Adiós por la edad que tengo”, comentó el intérprete. Las presentaciones que dará con el Circo Hermanos Caballero empezaron a principios del mes y culminarán este 30 de enero.
Los boletos para la Gira del Adiós se pueden adquirir en la página oficial del Circo Hermanos Caballero que comienzan desde 20 hasta 50 dólares (382 a 956 pesos mexicanos).
El actor mexicano comentó que ya tiene planes para después de despedir a su personaje: quiere viajar. “Tener la oportunidad de valerme por mí mismo para poder ir, no conozco Europa, y quisiera hacer un viaje con mi señora”.
Además, agregó que le gustaría escribir un libro sobre su vida que: “Definitivamente no somos perfectos, he fallado en muchas cosas. El hecho de tener tanto trabajo, yo estuve casado dos veces, tuve dos esposas… empezará con Carlos Villagrán y terminará con Kiko”.
El intérprete explicó que el personaje que inició en el Chavo del 8 le “deja todo”: “todos los adultos tenemos un niño adentro y el mío se llama Kiko”.
Incluso comentó que ya tiene pensado el epitafio con el que le gustaría ser recordado: “Por favor sean felices”, que es lo que le pide a toda la gente.