El pasado 20 de octubre salió a la luz La causa, un documental del cineasta Andrés Figueredo que muestra la realidad de la cárcel venezolana.

La película es el resultado de más de cinco años de rodaje y cientos de visitas a varios penales venezolanos. También se realizaron decenas de entrevistas a privados de libertad, duras imágenes recogidas en cámara oculta y jornadas interminables de visualización de material.

Según dieron a conocer sus creadores, todo comenzó con una visita de Figueredo a la cárcel venezolana de El Rodeo, once años atrás. “Fue tan impactante lo que vi: un indígena Wayu que se estaba muriendo de hambre por haberse robado un reloj y pasó nueve meses con tuberculosis. Me hice la promesa de enseñarle a Venezuela y al mundo lo que estaba pasando en las cárceles, controladas por los propios presos, y las condiciones infrahumanas en las que vivían ahí”, relata el joven cineasta.

Además de eso, en La Causa, Figueredo visibiliza otros problemas del sistema carcelario venezolano, como la falta de clasificación de delito y el retardo procesal. Todo esto, a su juicio, convierte a los penales venezolanos en “universidades del delito”.

“Es un problema que Venezuela ha atravesado por décadas, ignorado por la sociedad”, dice Figueredo.

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Pero, aún en tales condiciones, hay quienes se pueden transformar, y es eso, también, parte de lo que muestra al presentar a un grupo de personas que encontró la redención.

El infierno en la tierra

Esta producción muestra principalmente la realidad de la Penitenciaría General de Venezuela, en el céntrico estado venezolano de Guárico. Se retrata la cárcel venezolana antes de ser intervenida, a finales de 2016, por las autoridades del gobierno venezolano. En la sinopsis de la película se define a este lugar como “lo más parecido al infierno en la tierra”.

La atestada prisión, para los años en los que se grabó el documental, dominada por pandillas y colectivos de reclusos, que dictaban una normativa interna. Tenía, además, su propio sistema de tributación, y en su patio era normal ver a hombres armados, con sus mujeres e hijos, así como la circulación libre de droga.

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El documental recibió reconocimiento en la selección oficial en la edición de 2019 del Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (IDFA, por sus siglas en inglés). Además recibió mención especial este año en el festival Movies That Matter, de La Haya, y en el DocuDays UA del International Human Rights Documentary Film Festival, de Kiev, Ucrania.

Ya está disponible en iTunes, Amazon, Vimeo on Demand y Google Play.

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