Tras la victoria de la selección colombiana, el caos se desató en las gradas del estadio cuando algunos jugadores se enfrentaron a los fanáticos en un nuevo episodio violento del fútbol contemporáneo.
El disputado partido de semifinal de la Copa América en el que Colombia derrotó a Uruguay 1-0 termino en un preocupante desorden cuando jugadores se vieron involucrados en un altercado con espectadores en las gradas del estadio.
El enfrentamiento se desató en un área de la tribuna donde se encontraban los amigos y familiares de la selección de Uruguay cerca de un grupo de aficionados colombianos.
Las imágenes muestran al delantero de La Celeste, Darwin Núñez encaramándose en las gradas por entre la muchedumbre y enfrentándose a los aficionados colombianos, mientras otros intentaban restringirlo.
Hubo evidencia que otros jugadores uruguayos también participaron en el incidente.
El capitán de la selección uruguaya, José María Giménez afirmó que los jugadores intentaban defender a sus familias, describiendo la situación entre los aficionados como un “desastre”, según la agencia Reuters.
“No había policía y tuvimos que defender a nuestras familias. Esto es culpa de dos o tres personas que bebieron demasiado y no saben beber», expresó.
Los enfrentamientos no sólo ocurrieron en la tribuna, en el campo de juego hubo que separar tanto a jugadores como a miembros del cuerpo técnico, cuando se acaloraron los ánimos después del partido.
Estas imágenes muestra la secuencia de los hechos.
La bronca presuntamente inició debido a que familias de los jugadores fueron agredidas por hinchas colombianos.
Poco antes de que se diera el desorden en la tribuna, jugadores y parte del equipo técnico de ambos equipos se enfrentaron en el campo de juego después de que terminara el partido.
El director técnico de Uruguay, el argentino Marcelo Bielsa, se refirió al respecto en la rueda de prensa posterior.
«Pensé que el incidente terminó con alguna discusión en el medio campo y cuando vi eso me fui al vestuario”, dijo a los periodistas.
“Pensé que estaban agradeciendo a los aficionados por su apoyo, pero luego me enteré de que lamentablemente había algunos problemas allí», añadió.
La CONMEBOL dijo que condenaba «enérgicamente cualquier acto de violencia».
La BBC intentó comunicarse con el representante de Núñez para comentar al respecto.
El propio jugador no se ha pronunciado públicamente.