Los gritos de “¡Mono!” que se han escuchado en los estadios de España hicieron eco del otro lado del Atlántico y alcanzaron los oídos de la gente en las afueras de Río de Janeiro.

Ahí fue donde Vinicius Júnior, de raza negra, creció y comenzó su carrera. Ahora, a pesar de la fama global y sus millones de dólares, sigue siendo objeto de insultos racistas.

Su ciudad natal, en la multicultural Brasil se sintió asqueada y se unió en su defensa.

En São Gonçalo, el rapero Deivisson Oliviera estaba desayunando cuando vio la noticia en la televisión mostrando el abuso contra el héroe local.

“Tuve que llorar”, admitió Oliviera, de 30 años, quien usa el nombre de MC Menor do CPX.

Oliviera escribió unas rimas en su teléfono. Poderosos versos que dicen: “¡De las favelas para el mundo: Fuerza, Vinicius Júnior!”

El racismo en la liga española se intensificó esta temporada, especialmente después de que Vinicius comenzó a celebrar sus goles bailando. Al menos nueve veces la gente comenzó a hacer sonidos de mono, le gritaron “mono” y profirieron insultos racistas. El jugador ha pedido más acción de las autoridades del fútbol español.

La llegada de Vinicius al Real Madrid en el 2017 fue la culminación de años de esfuerzo. Uno de los clubes más populares del mundo pagó 45 millones de euros (50 millones de dólares), la mayor cantidad para un adolescente brasileño en ese momento— incluso antes de debutar con el Flamengo de Río.

El incesante racismo no era algo con lo que Vinicius soñaba cuando crecía en São Gonçalo, la segunda ciudad más poblada de la zona metropolitana de Río. Es además una de las ciudades más pobres en el estado de Río de Janeiro, de acuerdo con el instituto nacional de estadísticas.

El imponente Cristo Redentor en Río fue apagado una noche en señal de solidaridad. Y la enorme rueda de la fortuna en al bahía de la ciudad muestra un puño negro y las palabras: “TODOS CONTRA EL RACISMO” esta semana.

El jueves, el presidente de la liga española Javier Tebas aseguró en conferencia de prensa que la liga ha estado actuando sola contra el racismo y que podría terminar con el problema en seis meses si el gobierno le diera más poder.

Al mismo tiempo en Río, representantes de más d 150 grupos activistas y organizaciones sin fines de lucro le entregaron una carta al consulado español demandando una investigación contra la liga y su presidente. Más tarde organizaron una protesta.

“Vinicius ha sido un guerrero, ha sido guerrero por lidiar con esto desde que llegó a España y siempre ha tomado una posición”, dijo la activista Valda Neves. “Esta vez no está solo”.

Los primeros jugadores brasileños de raza negra que firmaron con clubes europeos en la década de los sesenta también enfrentaron racismo de una sociedad mayormente de raza blanca, pero pocas veces hablaron al respecto.

En los ochenta, el gobierno federal de Brasil criminalizó la discriminación racial y creó una fundación para promover la cultura afro-brasileña. En ese momento, los jugadores brasileños que hoy en día se identificarían como de raza negra no se reconocían de esa manera. Incidentes de racismo en Europa no generaron reacciones en Brasil.

Desde entonces, activistas de raza negra en Brasil han generado importancia y han intentado concientizar sobre el racismo estructural. El gobierno federal implementó políticas dirigidas a enfrentar esto, incluyendo acciones afirmativas de admisión a universidades y trabajos.

La propia organización sin fines de lucro de Vinicius presentó esta semana un programa para entrenar a maestros de escuelas públicas para que puedan concientizar sobre el racismo y enseñarle a los niños cómo pelear la discriminación. La maestra de São Gonçalo Mariana Alves será la anfitriona y espera que el proyecto le provee a los niños el apoyo y preparación necesaria.

La mayoría de los estudiantes de la escuela son de raza negra o mestizos y han experimentado racismo, dijo Alves en entrevista. Esta semana, sus estudiantes de 10 años le preguntaron si había visto lo que le sucedió a Vinicius debido a que no lo entienden completamente.

“Tiene dinero, tiene el estatus y ni siquiera eso evitó que pasara por esta situación de racismo”, indicó Alves, quien es de raza negra y de São Gonçalo. “Los estudiantes se preguntan ‘¿Pasaré por lo mismo? ¿Me va a pasar eso?’”

 

 

 

Fuente: LA Times

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