Tsimanuskaya «está ya en contacto directo con diplomáticos polacos en Tokio. Recibió un visado humanitario. Polonia hará lo que sea necesario para ayudarla a continuar su carrera deportiva», escribió en Twitter Marcin Przydacz.

Przydacz afirmó que Tsimanuskaya contactó a Polonia para que la ayude ante su «muy difícil» situación y que estaba «segura en territorio de nuestra embajada» en Tokio, informó el canal de noticias TVN24. «Polonia ofrece apoyo a los ciudadanos bielorrusos que por razones políticas quieren partir de Bielorrusia o no quieren volver a Bielorrusia», señaló.

Responsables del ministerio de Relaciones Exteriores citados por la prensa polaca indicaron que esperan que la atleta viaje a Varsovia esta semana. Según se conoció, también el Gobierno checo había ofrecido a Tsimanuskaya un visado para viajar a República Checa y pedir allí asilo político.

La velocista bielorrusa tenía previsto participar en la carrera de 200 metros lisos este lunes (2.08.2020), pero se quejó por haber sido obligada, por orden del gobierno de Minsk, a competir en otra carrera el pasado jueves, en sustitución de otra atleta de su país que no pasó los controles antidopaje.

«Temo por mi seguridad»

La corredora, de 24 años, publicó ayer un vídeo en un canal de redes sociales utilizado por activistas bielorrusos que apoyan a deportistas de ese país perseguidos por sus opiniones políticas. Hoy la televisión estatal de Bielorrusia dijo que Tsimanouskaya carecía de «espíritu de equipo» y que las autoridades de Minsk le ordenaron volver desde Japón «debido a su estado emocional y psicológico».

Al llegar al aeropuerto de Tokio, la atleta reclamó la protección de la policía japonesa, que la tomó bajo su custodia, y declaró sentirse «segura» a partir de ese momento. Durante una rueda de prensa en el aeropuerto, negó tener problemas de salud, alegados por las autoridades bielorrusas.

«No me ha visto ningún médico, ni siquiera se me ha acercado uno. Mi estado emocional es bueno, incluso pese a lo que está sucediendo», dijo la atleta, citada por el portal Zerkalo.io. La corredora explicó que no quiere regresar a Bielorrusia porque teme ser arrestada: «En Bielorrusia, posiblemente, me pueden meter en la cárcel. No tengo miedo de que me echen del equipo nacional. Temo por mi seguridad», explicó Tsimanouskaya.

Mientras crece el escándalo en torno a la deportista, el Comité Olímpico de Bielorrusia (COB) aseguró que «está siguiendo de cerca la situación y trabaja en estrecha cooperación con el comité organizador de los Juegos y el Comité Olímpico Internacional», según señaló en un comunicado, publicado en su página web.

Por su parte, la oposición del país comparó su situación con el «secuestro» del avión de Ryanair en mayo pasado.

Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
NOTIEXPRESSCOLOR . COM

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