El presidente ruso, Vladímir Putin, suspendió la participación de Moscú en el último pacto de control de armas nucleares que le quedaba con Estados Unidos, y anunció la decisión en un vehemente discurso pronunciado el martes en el que dejó claro que no cambiaría su estrategia en la guerra de Ucrania.
Sin embargo, Putin recalcó que Rusia no se retirará todavía del pacto, y horas después de su discurso, el Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que Moscú respetaría los topes del tratado sobre armas nucleares. También dijo que Rusia seguiría intercambiando información sobre los lanzamientos de prueba de misiles balísticos según acuerdos anteriores con Estados Unidos.
En su largamente demorado discurso sobre el estado de la nación, Putin calificó a su país, y a Ucrania, como víctimas de un doble juego de Occidente, y aseguró que es Rusia, y no Ucrania, la que lucha por su propia existencia.
“No estamos luchando contra el pueblo ucraniano”, afirmó Putin en un discurso pronunciado días antes del primer aniversario de la guerra, que se cumple el viernes. “El pueblo ucraniano se ha convertido en rehén del régimen de Kiev y de sus amos occidentales, quienes han ocupado el país de facto”.
El discurso reiteró una letanía de agravios que el mandatario ruso ha ofrecido con frecuencia como justificación de la campaña militar, al tiempo que prometió que no cejará en su lucha.
Además de limitar el número de armas nucleares, el Nuevo START de 2010 contempla amplias inspecciones de las instalaciones nucleares. Putin dijo que Rusia debería estar preparada para reanudar las pruebas de armas nucleares si Estados Unidos lo hace, una medida que pondría fin a una veda mundial de tales pruebas vigente desde la época de la Guerra Fría.
El secretario general de la ONU, António Guterres, respondió pidiendo a Rusia y Estados Unidos que retomen el diálogo inmediatamente porque “un mundo sin control de armas nucleares es mucho más peligroso e inestable”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó la decisión de Moscú de suspender su participación en el tratado de “desafortunada y muy irresponsable”.
“Estaremos muy atentos a ver qué hace realmente Rusia”, declaró durante su visita a Grecia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no mencionó la suspensión del START en un discurso en Polonia, pero criticó a Putin por la invasión. Prometió seguir apoyando a Ucrania a pesar de los “duros y amargos días que se avecinan”.
“Las democracias del mundo defenderán la libertad hoy, mañana y siempre”, dijo Biden en el emblemático Castillo Real de Varsovia ante una multitud de polacos y refugiados ucranianos.
El anuncio de Putin fue la segunda vez en los últimos días que la guerra de Ucrania mostró que podría agravarse, después de que Blinken le dijera a China el fin de semana que habría un “problema grave” si Beijing le proporciona armas y municiones a Rusia.
China y Rusia han alineado sus políticas exteriores para oponerse a Washington. Beijing se ha negado a condenar la invasión de Rusia o las atrocidades contra civiles en Ucrania y ha criticado enérgicamente las sanciones económicas occidentales contra Moscú. A fines del año pasado, Rusia y China realizaron ejercicios navales conjuntos.
El subdirector del servicio de inteligencia de Ucrania, Vadym Skibitskyi, dijo a The Associated Press que hasta ahora su agencia no ha visto ninguna señal de que China esté proporcionando armas a Moscú.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022 y se enfiló hacia Kiev, aparentemente con la esperanza de tomar rápidamente la capital. Sin embargo, la dura resistencia de las fuerzas ucranianas, respaldadas por las armas occidentales, hizo retroceder a las tropas de Moscú.
Aunque Ucrania ha recuperado muchas zonas inicialmente tomadas por Rusia, los combates se han empantanado en otros lados.
La guerra ha revivido la vieja división Rusia-Occidente, revitalizó la alianza de la OTAN y creó la mayor amenaza para el gobierno de Putin.
En el discurso del martes, Putin volvió a describir la expansión de la OTAN para incluir a países cercanos a Rusia como una amenaza existencial para su país.
“Son ellos los que han empezado la guerra. Y nosotros estamos usando la fuerza para ponerle fin”, dijo ante una audiencia de legisladores, funcionarios y soldados, y retransmitido por todos los canales de la televisión estatal.
Putin también negó haber cometido delito alguno en Ucrania, incluso después de que las fuerzas del Kremlin atacaran objetivos civiles, incluidos hospitales, y fueran acusadas de crímenes de guerra.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy afirmó que hubo nuevos ataques contra civiles ucranianos el martes, y restó importancia al discurso de Putin.
“No lo he visto, porque durante este tiempo hubo ataques con misiles sobre Jersón. Hubo 21 heridos y seis muertos”, declaró.
Putin también acusó a Occidente de emprenderla contra la cultura, la religión y los valores rusos. Volvió a arremeter contra las políticas de género occidentales, que calificó de intentos de destruir los valores “tradicionales”.
Y dijo que las sanciones occidentales no habían “conseguido nada y no conseguirán nada”. Criticó a los magnates rusos que mantenían sus activos en Occidente, los cuales eran confiscados o congelados como parte de las sanciones.
“Créanme, la gente de a pie no sintió ninguna compasión por quienes perdían sus yates, palacios y otros bienes en el extranjero”, dijo Putin.
Fuente: LA Times