REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
Junta Directiva
209° y 160°
PRONUNCIAMIENTO DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA LEGÍTIMO
AL PUEBLO DE VENEZUELA CON OCASIÓN DE CELEBRARSE UN AÑO MÁS DE LA CAÍDA DE LA DICTADURA LIDERADA POR MARCOS PÉREZ JIMÉNEZ
Venezolanos
La libertad de nuestra hermosa tierra, siempre ha estado amenazada por gobernantes autoritarios, quienes han pretendido sembrar cadenas en las manos y bocas de nuestra sociedad, secuestrando a quienes disienten de su política en mazmorras cuyos nombres, son hoy recuerdo de la infamia, la traición y la violencia del Estado en contra de sus ciudadanos.
Desde el inicio del siglo XX, Venezuela experimentó los horrores impuestos por la dictadura de Juan Vicente Gómez, en donde la barbarie, el trabajo de esclavo en las carreteras y el silencio de la rotunda en donde morían carcomidos por el olvido y el abandono aquellos presos políticos, estudiantes, e intelectuales injustamente privados de su libertad.
Los pesares de la dictadura volvieron azotar a nuestra tierra, protagonizada por el Teniente Coronel Marcos Pérez Jiménez entre los años 1948 a 1958, repitiendo la infamia de una emblemática prisión, campo de tortura y de concentración denominado Guasina y una feroz policía política dirigida por el Sr. Pedro Estrada. Sin embargo, pese a la feroz represión de esos tiempos los venezolanos logramos desmontar esos aparatos de poder con la fuerza del pueblo unido para lograr la libertad.
Hoy 23 de Enero cuando celebramos la caída de aquella brutal dictadura y el rescate de la aspiración democrática, hay que recordar que la lucha por la libertad es permanente, es la búsqueda de la hermandad y solidaridad, con la vista siempre puesta en el objetivo deseado, la libertad y el rescate de la democracia. Es por ello que honramos a los hombres y mujeres que contribuyeron en ese proceso sacrificando su tranquilidad, su libertad y hasta su vida.
Honor y gloria a los valientes que apoyaron este hecho histórico y a todos los que, en el día de hoy, recuerdan esta faceta de la vida, con sus luchas por salarios dignos, por estructuras educacionales y hospitalarias acordes con las necesidades del pueblo venezolano.
Hoy, la tiranía que azota a los venezolanos solo tiene fuerza bruta y narcotráfico. No existe ningún intelectual serio que se digne de avalar ese desgobierno que oprime y mata de hambre al pueblo de Venezuela. Contamos con un sistema internacional que promociona la defensa de los Derechos Humanos y, es aliado de la causa de la libertad. Solo necesitamos el compromiso real de líderes que estén a la altura de esta historia que a diario se escribe con peso de la sangre de nuestros presos políticos, civiles y militares en las mazmorras del helicoide, la tumba, el Sebin, nombres que quedarán para la historia de Venezuela como la mayor indignidad que haya vivido la República, como una mancha de sangre seca de donde colgarán por siempre las lágrimas de hijos, viudas,
madres, hermanos, padres, enlutados por el demoníaco poder que ha levantado Nicolás Maduro Moros con sus cómplices contra la dignidad y libertad de los Venezolanos.
Solo nos queda unir nuestro grito al de todos y decir «PATRIA NUESTRA», nos sobra valor para seguir luchando por la libertad, por la justicia, que desaparezcan las cadenas y los calabozos, eso es propio de un pueblo sin libertad. Vivan los ciudadanos libres y las instituciones que creen y practican la libertad, donde su único norte es la unidad, la armonía, el equilibrio para lograr la libertad y rescatar la democracia.
Un saludo a todo el pueblo venezolano, sin distingo alguno en nombre de los legítimos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia designados por mandato de la Constitución de la República y del pueblo en julio de 2017, a todos los ciudadanos de Venezuela que se encuentran en el país así como a la diáspora venezolana que permanece en las distintas naciones del mundo, hasta que Dios nos permita regresar a nuestra patria para continuar desde allí el servicio a Venezuela.